Los Jandilla dejan un encierro trepidante y lleno de emoción

La manada arrancaba a gran velocidad y muy compacta por la cuesta de Santo Domingo pero a los pocos minutos el toro castaño ha tomado la delantera imponiendo aún una mayor velocidad en la carrera. Esto ha permitido ver bonitas carreras en los primeros minutos del encierro.

Así han llegado a la plaza del Ayuntamiento, momento en el que uno de los toros negros se ha colocado a la cabeza. El astado iba además, pegando cabezazos hacia los lados y ha provocado algunas caídas de los mozos. Una corredora ha tenido que ser trasladada al hospital en este tramo por contusiones.

No ha habido esta mañana resbalón en la curva de Mercaderes y la manada ha enfilado muy estirada la calle Estafeta. Hoy había menos afluencia de corredores y esto ha abierto mayores huecos para dejar vistosas carreras en esta recta. También en este punto se ha podido ver como varios mozos corrían tocando a los astados, algo que está totalmente prohibido y que además puede resultar peligroso.

Ya en el tramo de Telefónica uno de los toros ha caído al suelo dejando segundos de gran tensión. Uno mozo ha quedado atrapado pero milagrosamente ha podido escapar a pesar de que los cuernos le estaban rozando las piernas.

Minutos después, en el callejón otro de los astados ha cogido a un joven y le ha arrastrado varios metros enganchado por la camisetas. La manada llegaba muy dividida a la plaza de toros. En este punto se ha producido un corneado que ha sido atendido directamente en la enfermería de la plaza.

La ganadería extremeña ha corrido hoy en Pamplona por 21ª vez. Sus toros tienen fama de nobles, pero también de gran bravura. Son astados de grandes pitones que en estos años han protagonizado encierros de gran peligro. De hecho, su hierro causó el último fallecido de los encierros, el madrileño Daniel Jimeno, en el año 2009. En esta ocasión dejan a su paso ocho heridos, uno de ellos por asta de toro.