Interminable aplauso en Pamplona en memoria de Miguel Ángel Blanco: «Nunca debemos olvidar»
Bildu se ha sumado al homenaje al edil asesinado por ETA aunque no firmó la declaración de condena del crimen y de apoyo a las víctimas del terrorismo

Ante las mismas rejas de la fachada del Ayuntamiento de Pamplona que hace 25 años se poblaron de pañuelos rojos en dolor por el vil asesinato de Miguel Ángel Blanco, un centenar de pamploneses se ha vuelto a concentrar esta mañana junto a la ... corporación municipal y el Gobierno navarro para recordar al joven edil de Ermua secuestrado y ejecutado por la banda terrorista ETA en 1997. Tras la lectura de la declaración del pleno municipal del pasado 1 de julio, que condena a ETA y muestra su apoyo a las víctimas del terrorismo, un emocionado aplauso se ha prolongado durante varios minutos.
«El aplauso lo dice todo», señalaba poco después a este periódico el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, satisfecho por la respuesta ciudadana a un llamamiento que, admitía, se había «hecho rápido». «Ese aplauso afortunadamente interminable -decía- demuestra que la ciudad tiene en la memoria lo que pasó con Miguel Ángel, ese momento en el que el rechazo absolutamente unánime a ETA marcó un antes y un después».


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Ese espíritu de Ermua «tiene que perdurar», continuaba el alcalde, que cree que «se quiere correr mucho» y «blanquear a los que todavía no condenan a ETA». Éstos «no pueden ser interlocutores de ningún gobierno ni local, ni autonómico ni español».
"Bildu no apoyó la declaración"
Entre quienes aplaudían en la Plaza Consistorial se encontraba el exalcalde Joseba Asirón, ahora concejal de Bildu, que no suscribió la declaración que insta a no olvidar nunca aquellos terribles días. «Si ellos quieren estar en esta foto, bienvenidos sean porque eso es lo que estamos pidiendo, que estén sin ningún género de dudas en contra de ETA y a favor de que se escriba bien la historia y que esa Ley de Memoria Histórica cuente la verdad», ha declarado Maya. «Si están por esa labor», añadía, «bienvenidos sean», pero al alcalde de Pamplona le da la impresión de que «no es así porque hubieran apoyado la declaración».
Maya se ha mostrado además muy crítico con la actitud de los concejales de Bildu ante las agresiones en la calle Curia al paso de la corporación municipal durante la procesión de San Fermín. "Hay un odio que está ahí y que alguno fomenta" porque los agresores "no fueron unos descerebrados que se pasaron de copas". El alcalde asegura que el altercado del 7 de julio, en el que resultaron heridos tres agentes, "estaba organizado" y le parece irónico que los ediles de Bildu "estén ahora queriendo hacer ver que lo intentaron parar". "Si tú quieres parar algo es porque tienes capacidad para hacerlo y lo que tenían que haber hecho desde el minuto 0 es impedirlo", añadió.
"Un recuerdo y homenaje a todas las víctimas"
La agresión de la calle Curia es, para Javier Caballero, un claro ejemplo de que "hay gente que no tiene integrado lo que es la democracia ni la convivencia". "Antes querían conseguir unos objetivos matando y ahora siguen tratando de conseguir los mismos objetivos imponiéndose sobre la voluntad de la grandísima mayoría de los ciudadanos", sostiene este hijo de Tomás Caballero, concejal pamplonés de UPN asesinado por ETA un año después que Miguel Ángel Blanco.
Javier no ha faltado al homenaje al edil de Ermua. Recuerda emocionado el impacto que causó en Pamplona su secuestro y asesinato, en plenos Sanfermines. "Fue muy duro y lo importante es que la sociedad no lo olvide" y que "tenga presente que con la violencia no se avanza", dice. A su familia, por desgracia, les alcanzó el sinsentido terrorista, como a tantos. "Hay mucha gente afectada y esto tiene que ser un recuerdo y un homenaje a todos los que han sido víctimas del terrorismo, tiene que impactar en las conciencias de las personas para que no se vuelva a repetir", sostiene.
El acto ha congregado sobre todo a familias y a personas de cierta edad que vivieron con dolor e indignación esos días de incertidumbre, espera y maldad, como Mari Carmen Larumbe y Miguel Ángel Pérez. "Me quité rápidamente el traje de San Fermín porque no me sentía con ganas de fiesta ni de nada", recuerda Larumbe, que apoyó entonces sin fisuras la suspensión de los Sanfermines.
Pilar Aramburo, de la Sociedad Civil Navarra, también rememora cómo "hace 25 años estábamos en esta plaza llorando amargamente". Las lágrimas se han secado, pero no el sentimiento que antes y ahora empuja a gente como Pilar a defender la Constitución, "la transición hoy tan vilipendiada" y "un país enorme como es España, del que forma parte Euskadi", dice en alusión a las palabras de Pedro Sánchez en el acto de Ermua. "Tenemos que volver a aunar a la sociedad civil, que a veces es tan olvidadiza de todo lo terrible" porque "ese asesinato tan vil y bochornoso a este pobre chico de 29 años marcó una página de la historia de España".
Aramburo cree que "entonces fue una tragedia enorme" y hoy lo sigue siendo. A su juicio, "hoy ETA está camuflada" en ese "paso de página discreto" que se quiere dar a la Historia, "con una valoración por parte de quienes son representantes legítimos de este país que no se corresponde, creo, con lo que la sociedad siente".
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