Los miuras, emoción a máxima velocidad en el último encierro

Hubo movimientos en la manada desde la misma puerta de los corrales de Santo Domingo. En la cuesta se fue adelantando un toro, a la vez que dos quedaban por detrás, y al entrar en Mercaderes se vivió un instante de alta tensión, cuando el astado que iba por delante arrolló a dos mozos con tremenda violencia.

La curva de Estafeta también fue punto conflictivo con un mozo alcanzado de pleno contra el vallado, y ya en la calle, los toros se partieron en dos grupos para ir alargándose propiciando carreras de gran intensidad. Finalmente, en la plaza, fueron entrando casi en fila de uno. Dos toros por delante y después uno a uno hasta que los seis entraron en los corrales sin dificultad, marcando un tiempo rápido de los dos minutos veintidós segundos.

Desde el Hospital Universitario de Navarra se confirman siete incidencias con seis traslados por diversas contusiones en Ayuntamiento, Mercaderes y Estafeta. Un listado mínimo para toda la emoción que se vivió en la carrera de los miuras.

De la calle a la plaza, por la tarde va a vivirse una corrida emblemática por toda la historia que arrastra esta divisa legendaria. Abre el cartel Antonio Ferrera, torero curtido en mil batallas con una acusada personalidad en su concepto del toreo. Por su parte, el sevillano Manuel Escribano, al que le cabe el honor de haber indultado un toro de esta temida divisa, y cierra la terna el venezolano Jesús Enrique Colombo, diestro joven que, por su toreo entusiasta y alegre, encaja en esta plaza.