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ABC Cultural

LAS VENTAS

Brigadier y los soldados, bajo la tormenta de San Isidro

Fonseca cortó una oreja al toro premiado de Pedraza y Román dio la vuelta al ruedo tras apostar frente a un temperamental manso

El Misterio de la Puerta Grande

Isaac Fonseca, en la apertura de rodillas a Brigadier, un toro de 667 kilos que embistió y fue premiado con la vuelta en el arrastre Emilio MÉndez
Rosario Pérez

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Amenazaban los nubarrones negros desde primera hora. Y con toda su fuerza se desataron, en forma de rayos, lluvia y truenos, en el segundo toro. Minutos antes, Román había desencadenado otra tormenta con un amplísimo colorado de Pedraza de Yeltes. Bello se llamaba este tren ... salmantino, tremendamente serio y con una transmisión que mantuvo a la afición expectante. Echó la cara arriba en el capote del valenciano, que quiso lucirlo en varas, aunque el animal no quería jaco. Apenas un picotazo en el primer encuentro y algo más hondo en el segundo: una eternidad duró el tercio, del que Bello salió prácticamente entero. Pero Román venía a apostar, a tirar la moneda en un Madrid donde se ha ganado con creces el respeto. Y ayer lo afianzó de nuevo en una faena que brindó a los tendidos mientras centelleaba un relámpago en el cielo.

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