Mercado del toro bravo: baja el número de machos útiles y crece la demanda en las plazas

Los ganaderos afrontan los desafíos de un tiempo en el que los costes de producción se han elevado casi un 50% (el precio de criar un toro ronda los seis mil euros) y en el que tienen que hacer frente a las políticas verdes de Europa o la epidemia del mosquito, pero que miran con optimismo por los nuevos públicos que se acercan a la Fiesta y con nuevas líneas de negocio vinculadas al turismo rural y el consumo de carne de lidia

El SOS de los ganaderos de lidia

El toro bravo en el campo UCTL

Madrid

27/02/2024
Actualizado a las 20:01h.

Los veedores de empresas y toreros tocaron pronto a la puerta de las ganaderías una vez concluida la temporada 2023, incluso antes de que el otoño diese paso al invierno. «Nunca habíamos visto que lo hiciesen tan pronto», cuentan los ganaderos. El número ... de animales útiles para la lidia ha disminuido desde la pandemia, mientras que el número de festejos está al alza, por los que todos quieren garantizarse el material esencial, el toro. Sin el rey bravo no hay festejo, pese a que el ganadero en los últimos tiempos haya sido el más vapuleado y el que ha tenido que hacer malabares para sostener la cría del toro. Porque si hay un sector con afición verdadera es la de las gentes del campo bravo.

La pandemia, la crisis por la guerra, la sequía -«aunque este invierno está siendo bueno»-, la epidemia del EHE -«puede complicar las cosas para llevar animales a zonas Francia»- y, por lo tanto, la subida de costes de producción han desembocado una disminución de 24,79% de las hembras reproductoras de de 2019 a 2023: en números, se ha pasado de 40.703 vacas madres a 30.615. También han bajado los machos herrados, casi un 25% menos en la última década. El número más llamativo corresponde al de los machos útiles. Sólo en dos años los toros se han reducido en casi un 33 por ciento: 9.764 en 2022, 8.192 en 2023 y 6.561 en 2024.

Así se dio a conocer este martes en un desayuno informativo en la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, a la que asistieron el presidente, Antonio Bañuelos; el tesorero, Rafael Iribarren; el directivo Ricardo del Río; el director técnico, Juan Villalón; la directora de comunicación y relaciones institucionales, Lucía Martín, y la coordinadora de proyectos, Laura Landeta. «Estas cifras son una llamada de atención para la oferta ganadera de la actualidad y las de los próximos años», señaló Bañuelos. Esta circunstancia hará que tras años locos el sector se «reajuste», pero tanta ha sido la reducción que son conscientes de que vienen tiempos en los «ver dos o tres ganaderías en un mismo cartel puede volverse habitual»; comentó Del Río. Igualmente, para aquellas menos vistas en los carteles actuales y que han conseguido 'sobrevivir', puede ser una oportunidad para saltar al ruedo.

Esta drástica reducción ha sido inevitable por los elevadísimos costes de producción: un 48,9% desde 2018 a 2023. La subida se desglosa así: productos sanitarios (25%), pienso (40), forraje (150), mantenimiento instalaciones (36) y gasóleo (47). Todo ello hace que el precio de criar un toro gire en torno a los seis mil euros, un millón de las antiguas pesetas. Sin embargo, como se reclamó durante el desayuno, los ganaderos no tienen un mínimo establecido en las plazas de toros -como sí ocurre con los toreros- y en muchos casos ni cubren gastos con lo que se les paga en los cosos. Una injusta situación que podría cambiar en una temporada en la que la demanda sube y es más difícil encontrar corridas igualadas en el campo.

La evolución de los festejos ha experimentado un crecimiento desde 2019, donde hubo 468, hasta 2023, con 520 -el top de este lustro lo copó 2022 con 551 en el 'boom' postpandemia-. También las novilladas han subido en ese periodo (de 270 a 312), mientras los rejones bajan (de 325 a 286). Durante el desayuno, los ganaderos destacaron también la mayor demanda de erales. Respecto al periodo 2022-2023, hace dos años se lidiaron 8.272 reses en total y en 2023 hubo un mayor reajuste a la realidad del mercado con 7.499.

En el encuentro con la prensa, los ganaderos trasladaron un mensaje de optimismo, aunque no pasaron por alto las dificultades que afronta el sector, tanto políticas -con un ministro de Cultura antitaurino- como animalistas. Sobre la mesa, trabajan con posibles enmiendas a la totalidad por una nueva ley animal que se cuece en Europa, con medidas «totalmente incompatibles e inseguras en el tema del transporte en el caso del toro bravo». Por otro lado, y pese a no querer ahondar en asuntos políticos -«de los que deberíamos estar al margen, aunque desgraciadamente no sea así»-, se refirieron a la buena disposición de la mayoría de Comunidades Autónomas.

Los ganaderos afrontan los desafíos de un tiempo en el que los costes de producción se han elevado casi un 50% y en el que tienen que hacer frente a las políticas verdes de Europa (crearon un lobby que logró sujetar la partida de 200 millones de la PAC), pero su mirada -ya digitalizada, como ahondó Villalón, con el ahorro en papeleo y tiempo- es de optimismo por los nuevos públicos que se acercan a la Fiesta y con la apertura de nuevas líneas de negocio vinculadas al turismo rural y al consumo de carne cien por cien ecológica, la del toro bravo.