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Los milagros suceden en domingo

Tomás Rufo pincha una emotiva faena al buen voraz; oreja para Emilio de Justo, autor de las series más macizas, y Sebastián Castella con una corrida de Victoriano del Río que poco se pareció a la de Valladolid pero con matices de interés y ambiente en los tendidos

Carteles de la Feria de Albacete

Tomás Rufo, con el tercer toro ALCOLEA

Rosario Pérez

Albacete

14/09/2023
Actualizado 15/09/2023 a las 05:40h.

Llegaba a La Chata el eco de la gran corrida de Victoriano el último domingo en Valladolid. Seis de seis embistieron entonces a orillas del Pisuerga, pero el agua del Júcar no bendijo la misma nobleza y bravura. Que media docena de toros multipliquen ... sus embestidas era un mensaje de calibre bíblico, de panes y peces sin hornos ni ríos. El séptimo día había sido tal suceso. Pero ayer era jueves y, como si fuera un presagio, los vendedores de la ONCE contaban en sus puestos que el 4 apenas se vende y no reparte millones (ni lluvia de orejas). Se cumplió su pronóstico, aunque cayeron dos reintegros: un toro de extraordinaria clase y un mansito de honda embestida dentro del variado conjunto ganadero. Por hechuras y por juego, un punto por encima de lo que se acostumbra en otras plazas. De todo hubo, guapos, más feos, complicados, con temperamento, mansos y encastados... Y entre ellos, ese mencionado tercero.

Se templaba Tomás Rufo como nunca con el tal Voraz en el final del verano. Como si no quisiera que llegase el otoño. Como si quisiera retrasar la caída de las hojas mientras, contradicciones de la vida, el torero desmayaba hombros y bajaba las manos. Las verónicas anunciaron ya la parsimonia del calendario. Cadencia en ese saludo en el que asomaban las virtudes de Voraz. Que lo quería todo despacio y a compás. El toledano, con la ambición de conectar, brindó y se plantó de rodillas en un vibrante prólogo. Luego habría altibajos, pues no siempre halló la perfección en la técnica y el ritmo. Pero por cada pitón lentificó series fantásticas y de angelical trazo, con la belleza de los cambios de mano. Escribía con los pitones sobre la arena Voraz, aunque hubo un momento en el que soltó más la cara. Por alto acabó el de Pepino: ¡con lo bonito que es el toreo por tierra!, esa vertiente en la que sonaron inoportunas voces de «¡no lo mates!». Tan ceñidas arrancó las manoletinas que la plaza se calentó aún más mientras buscaba los dos pañuelos. Lástima que se destemplara con el acero y el premio grande se redujese a saludos. Buscaba Rufo puntuar en el sexto y se tiró a matar hasta sufrir un golpetazo frente a un Impuesto que se dejó todo su empuje en un espectacular encuentro en varas.

De vacío se marchó el toledano mientras sus compañeros abandonaban el coso con un trofeo. Emilio de Justo sacó todo el fondo bueno, con las series más rotundas y profundas –menudos fueron los doblones– del segundo, de alegre embestida inicial, pero que cantó pronto la gallina de su mansedumbre. Firme anduvo Castella con un lote de complejas teclas.

Plaza de toros de Albacete. Jueves, 12 de septiembre de 2023. Tres cuartos de entrada. Toros de Victoriano del Río, de variados remates y juego, con sus complejas teclas; mejores 2º (pero cantó pronto su mansa condición) y, sobre todo, 3º.
Sebastián Castella, de azul marino y oro. Pinchazo, estocada atravesada y descabello. Aviso (saludos). En el cuarto, estocada trasera, tendida y desprendida. Aviso (oreja con petición de otra).
Emilio de Justo, de esperanza y oro. Estocada caída (oreja). En el quinto, estocada baja (saludos)
Tomás Rufo, de tabaco y oro. Pinchazo, estocada corta tendida y dos descabellos(saludos). En el sexto, estocada y dos descabellos (saludos).