Juanito y Jorge Molina puntúan en la primera de la Copa Chenel

Pedía Isaac Fonseca reforzar la unión de los aficionados y en general, de todas las fuerzas taurinas. «Ya fue Colombia, ahora quieren México, y a saber en los demás países. Tenemos que unirnos». Justamente, cuando terminaba este festejo, comenzaba uno en Colombia bajo el lema 'Todos con Bogotá', como un grito a la libertad en ese taurinísimo país.

Y a México fue el brindis del primer toro del certamen. Abrió un ejemplar de Cerro Longo áspero y sin mucho viaje, tanto que se le quedó debajo a Sergio Flores en alguna ocasión. De embestida discontinua este Seguidillo, no acudía al engaño dos veces igual. Algún muletazo bueno le sacó Flores con la diestra, y dio una vuelta al ruedo.

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Rosario Pérez

El cuarto, primero de Flor de Jara, salió con muchos pies aunque embestía recto por el pitón derecho los primeros tercios. Tras unos buenos pares de Raúl Ruíz, dispuesto estuvo Flores. El de Flor de Jara iba dormidito y aburriéndose al natural, por lo que el mexicano llevó la faena por la diestra, en tandas medidas, tirando de la embestida de este Capachero, que nunca llegó a transmitir.

Arrebatao recibió Juanito a Consejero, toro en el que mejor obviar el tercio de varas, pues no se pudo hacer peor. El portugués puso mucha voluntad frente al flojito segundo, pero poco más hubo. Tampoco tuvo mucha historia con el quinto. De nuevo algo acelerado estuvo el portugués. Mejor entendidas las embestidas al natural, donde de uno en uno le saco algún muletazo bueno, aunque lo mejor fue el final, cerrando al toro por bajo.

Bonito era el Jabonero tercero. Bien hecho y menos atacado de kilos que los hermanos que le precedieron. Jorge Molina, de reciente alternativa, mostró sus buenas formas con el flojito ejemplar de Cerro Longo, de embestidas, eso sí, dulces y enclasadas, sobre todo por un excelente pitón izquierdo, no siempre aprovechadas. Comenzó en los medios con un cambiado, dando correctas tandas por ambos pitones, y pases de pecho despaciosos. Se nota poco placeado al joven toledano, porque la única pega de la faena fue la falta de acople en algunos momentos. Fue acortando distancias a medida que el animal se iba parando, acabando metido entre los pitones, pegado a tablas. Terminó por manoletinas, y cortó una oreja.

Muy suave fue el inicio de faena de Jorge al sexto, llevándose al toro a los medios con trincherazos. El toro tenía fijeza y prontitud, y bien lo supo entender el tlaxcalteca, que supo enganchar bien la embestida, entendiendo el ritmo y las distancias del de Flor de Jara.