Suscríbete a
ABC Cultural

El Cordobés o la irreprimible fuerza del toreo: «Esto es un don que Dios me ha dado»

Sin que tuviera yo que confesarlo, le bastaron dos minutos para entender que no había sido, artísticamente hablando, de su capilla, y que pertenecía más bien al gremio de los aficionados «de pan y queso», los que, cuando se encuentran con la dinámica de la novedad y de la creación, «en un plato tan grande se pierden»

El Cordobés

François Zumbiehl

Veo que Manuel Benítez 'El Cordobés', en el homenaje que su ciudad acaba de brindarle por el vigésimo año de su califato, y a pesar de los más de ochenta que tiene a cuestas, no ha perdido un ápice de la juventud de ... su espíritu y casi, podríamos decir, de su cuerpo. Así me apareció en el día que pasé con él en Villalobillos, allá por el año 86. Es raro encontrarse con tal rapidez de inteligencia y de intuición. Sin que tuviera yo que confesarlo, le bastaron dos minutos para entender que no había sido, artísticamente hablando, de su capilla, y que pertenecía más bien al gremio de los aficionados «de pan y queso», los que, cuando se encuentran con la dinámica de la novedad y de la creación, «en un plato tan grande se pierden» (expresiones de Manuel Benítez). Quiso escapar a todas las definiciones preconcebidas en las que quisieron encerrarlo: «Como yo creo de momento no me van a poder seguir. ¡Si yo le pego un cambio a una estrella!» ¡Poesía pura!

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia