Emilio de Justo se prueba por primera vez en el campo: lo hizo ayer en la finca de Enrique Ponce
Después de 115 días sin ponerse frente al bravo tras una lesión que le pudo costar la vida en Las Ventas, el torero cacereño tuvo muy buenas sensaciones. Su propósito, aun con las lógicas molestias y dudas, es seguir probándose para reaparecer el 21 de agosto en Almería: los entrenamientos de los próximos días tendrán la última palabra
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Iniciar sesiónLo escribíamos en abril. Y volvemos a hacerlo en agosto: solo quien ha sufrido una lesión tan delicada como la de Emilio de Justo conoce ese dolor, un dolor insoportable por momentos. El percance fue gravísimo, aunque la ausencia de sangre hiciera que muchos ... lo olvidaran demasiado pronto: el torero extremeño, en el mejor momento de su carrera, en total plenitud, se fracturó dos vértebras, la C1 y la C2 , conocidas en medicina como atlas y axis, en su tarde en solitario el Domingo de Ramos en Las Ventas.
Ciento quince días después, se probó por primera vez ayer en el campo. Lo hizo en Cetrina, la finca de Enrique Ponce, en una atardecida con los más íntimos. Quería el extremeño conocer sus sensaciones frente al bravo. Y se encontró fenomenal, según ha podido saber ABC: tres vacas (y media) en las que se vio que su pureza sigue intacta. Hubo de todo: la emoción de reencontrarse con el animal que le da la vida y también las molestias, pues aún le cuesta girar el cuello, aunque delante del animal la rigidez se olvidara. Su percance fue muy, muy serio.
Así rezaba el parte médico entonces, después de que se tirara a matar al primer toro de su encerrona como si no hubiese un mañana: «Fue explorado por un dolor cervical intenso y limitación funcional severa de la columna cervical, pero sin ninguna afectación neurológica sensitiva y motora. Se le realiza una RX en la que no se objetivan desplazamientos ni luxaciones, TAC de columna cervical con fractura estallido de masa lateral izquierda de atlas (C1) y fractura estallido de masa lateral derecha de axis (C2), sin desplazamientos apreciables. Se realiza también una resonancia magnética urgente sin que se aprecie afectación medular ni lesiones ocupantes de canal, con lesión ligamentosa atlantoodontoidea. El paciente queda ingresado a la espera de inmovilización definitiva. Pronóstico muy grave».
Apenas un mes después, en pleno San Isidro, Lances de Futuro, empresa de Garzón, lanzó la esperanzadora noticia de su reaparición el próximo 21 de agosto en la Feria de la Virgen del Mar de Almería. Pero el océano de la recuperación es inmenso. Y cada avance, una lidia contra el dolor. Un paso más, cada día. Pero el oleaje de la lesión es fuerte y aún quedan muchas aguas por navegar. Solo él y los suyos conocen de cerca su lucha: fijarse una meta para volver le ha hecho recuperarse a una velocidad sobrehumana. De Justo volvió ayer a sonreír. Hoy toreará de salón. Y mañana, otra vez campo. Y así... Días alternos para probarse y probarse con el sueño de volver en agosto y hacer una especie de 'pretemporada' en España antes de su gira en América.
La cuenta atrás
Pero Emilio de Justo también tiene claro desde el principio que el toro y la afición no entienden de percances y quieren a un torero al cien por cien. Suya es la decisión, una decisión personal, en la que debe velar exclusivamente por él. Faltan tres semanas aún y sus sensaciones serán el mejor faro de su evolución y de su determinación. Ya se sabe que los de luces son de otra pasta, pero si no estuviese completamente recuperado, forzar la máquina sería una locura.
El invierno es largo, a este y al otro lado del Atlántico. La figura de Torrejoncillo merece en España una vuelta en plenitud, por todo lo alto, con una temporada 2023 en la que debería estar en todas la plazas de relumbrón, en carteles de categoría. Y no por el percance, no: sencillamente por méritos propios, porque se lo ha ganado. Si el toreo tiene memoria que tampoco olvide que un torero cayó al hule por su heroico reto en un momento en el que no lo necesitaba. Por él mismo lo hizo, por su sueño de niño en el nombre del padre. Y también por agradecer a la Fiesta, tan ingrata a veces, lo que le había dado. Emilio volverá a las plazas con el toro, que es su vida, y volverá a anunciarse con seis toros en Madrid. Y lo hará a lo grande. Que nadie lo dude.
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