Dramática cogida del banderillero Cándido Ruiz, con dos extensísimas cornadas de 25 y 50 centímetros

Cándido, perteneciente a la cuadrilla del diestro David de Miranda, se dio perfecta cuenta de que iba herido, y con las manos taponándose la cornada de la ingle llegó por su propio pie a las tablas. Allí lo recogieron los compañeros y los trasladaron urgentemente a la enfermería, en este caso un quirófano móvil, que se encontraba en las inmediaciones del ruedo.

El equipo médico se encontró con una espeluznante herida. Le apreciaron dos cornadas de gran extensión. Una en la ingle derecha, con dirección al abdomen, de 25 centímetros, y otra en el vientre, que llega hasta la axila derecha, de 50 centímetros. El pronóstico de las dos es grave, si bien las dos cornadas no produjeron los daños que por su extensión pudiera parecer. Hubo suerte por la limpieza de las trayectorias, aunque de cualquier forma, el equipo médico de la plaza, una vez suturadas las heridas, decidió trasladar al torero al hospital de San Sebastián para realizarle pruebas de imagen que descarten un mayor alcance de las cornadas.

En la segunda corrida de la Feria de San Ignacio de Azpeitia se lidiaron toros de Murteira Grave, serios hondos y ásperos. Bueno el quinto, con movilidad y alegría, al que el joven venezolano Jesús Enrique Colombo le cortó una oreja con petición tras una faena entregada y variada, y otra cortó al segundo. David de Miranda, asentado y mal con la espada, mientras que Ángel Téllez se lució al natural, especialmente con el buen sexto, pero emborronó todo con los aceros.