La Infanta Doña Elena y sus hijos, en el Palco Real de Las Ventas

Espaldarazo de la Familia Real en tiempos negros para la Fiesta tras la prohibición catalana

ROSARIO PÉREZ

Los alrededores de la Monumental eran un clamor. Por la calle de Alcalá se precipitaba una riada de gente. Nadie quiso perderse la tarde de los jóvenes valores, de las revelaciones que este año han apuntado alto. Mucha savia fresca se vio también en los ... tendidos. El mano a mano contó con dos jovencísimos aficionados de excepción: los hijos de la Infanta Doña Elena , que junto a su madre no perdieron detalle desde el Palco Real. Felipe Juan Froilán de todos los Santos , con chaqueta y corbata, observó con atención cómo los bueyes de Florito marcaban el camino al primero; Victoria Federica se rompió las palmas con el saludo a portagayola de David Mora y pidió la oreja con énfasis a Fandiño tras una estocada a matar o morir.

La Infanta tuvo el gesto de acudir con sus pupilos y enseñarles los entresijos de una afición taurina que ha heredado de Doña María y Don Juan Carlos . Los nietos del Rey bebieron de las fuentes del toreo y sonrieron cuando los matadores brindaron a Doña Elena. ¡Cómo disfrutaron flameando los pañuelos blancos!

Un espaldarazo a la Fiesta de la Familia Real en tiempos difíciles tras la prohibición en Cataluña. Precisamente de tierras barcelonesas había venido Fernando , un niño de diez años a quien desde tiempo ha impedieron acudir a los toros en su tierra. Ya para siempre... Salvo que alguien lo impida.

Gentes del toro en la sombra y en el sol: José Luis Lozano contempló el juego de su sobrero «Barbudo» y comentó las «jugadas» con Enrique Múgica y Felipe Lafita desde la delantera del «9». Su hermano Eduardo ocupó una barrera. En las proximidades, pero en el callejón, Carlos Abella , quien de nuevo hizo doblete en su apretada agenda cultural: por la mañana participó en la presentación de «El arte olvidado», una estupenda obra de Ignacio Lloret . Fiel a su plaza fue también Pedro Antonio Martín Marín , que compartió burladero con el duque de Gor . En su delantera de palco: la marquesa de la Vega de Anzo .

El político que defiende la Fiesta allá por donde va: Pío García-Escudero , en su habitual contrabarrera. Otro habitual: el periodista deportivo Roberto Gómez . El profesor y entrenador deportivo Roberto Cejuela no falta a la cita antes de emprender rumbo a Colorado. Los Victorinos , en su lugar preferente. «¡Volved!», les pide la afición ayuna de bravura...

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