Enrique Ponce, por la puerta grande en Lima

En el primero bis, Ponce logró un trofeo tras una sólida y templada labor. Tapó los defectos del toro y ligó los muletazos, que pulseando fueron circulares templados y tersos. Mató de un certero espadazo y paseó la primera oreja por el anillo de Acho, según informa burladero. Otra más consiguió en el soso cuarto, que arreaba de salida. Lo metió en la muleta con arte y poder, toreando con plasticidad y entrega.

Faena asentada de El Juli ante el segundo bis de la tarde, un serio toro del hierro de San Sebastián. El astado nunca se entregó, pero un Juli poderoso pudo solventar el peligro aguantando, sometiendo y ligando en cercanías. Remató de media estocada y saludó desde el tercio una ovación. No tuvo opción con el soso quinto, al que mató de un soberbio volapié .

José Mari Manzanares cuajó elegantemente y con torería las embestidas del tercero. Se gustó y se adornó frente a un terciado toro del hierro titular (Roberto Puga). Sin embargo, su repetido fallo a espadas le privó de cosechar un triunfo mayor. Saludó una ovación. Faena de mimo y tiento, con muletazos de gran calidad, al débil sexto, al que cazó de un espadazo .

Se lidiaron toros de Roberto Puga y dos sobreros, uno de La Ahumada y otro de San Sebastián. El balance fue: Ponce, oreja y oreja; El Juli, saludos y palmas; Manzanares, saludos y palmas .