La lidia por la igualdad de Ángela, la primera mujer con el carnet de torera
En 1974 logró que se anulase el artículo que prohibía a las mujeres torear a pie en España
Ángela, con la montera calada
Se llamaba María de los Ángeles Hernández Gómez y se la conocía en toda la piel de toro como Ángela . Así, a secas, una mujer tan valiente en los ruedos como en los despachos, tan rebelde en la calle como en la plaza. ... Rebelde con causa. Ángela peleó por la igualdad frente al toro , ese animal que dicen no distingue de sexo ni pide el carnet de fémina o varón. Y, curiosamente, fue ella la primera en conseguir el carnet de torera.
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Nacida en Alicante en el verano de 1946, su vocación taurina latió desde niña y en la placita de Francisco Esplá se entrenaba. Tal era su pasión que, con solo trece primaveras, no dudó en lanzarse de espontánea al ruedo de su ciudad natal mientras se celebraba un festival benéfico. Poco después se quedaría huérfana y, para salir adelante, tuvo que trabajar en el campo recogiendo tomates, aunque su deseo era vestirse de luces.
Ángela se sentía «orgullosa de haber conseguido que las mujeres que querían torear lo hicieran»
La legislación vigente en aquella época la impedía torear a pie en España, por lo que decidió aprender el arte ecuestre y formó pareja artística con Amelia Gabor . Pero su sueño era torear a pie. «En febrero de 1972 comenzó un largo y laborioso proceso para anular la disposición que prohibía el toreo femenino en España -se explica en el 'Diccionario de Toreros' de Espasa-. Tras múltiples desilusiones y una serie de trámites interminables, el abogado de Ángela, José Briones , logra un completo éxito al publicarse una orden del Ministerio de la Gobernación, de fecha 10 de agosto de 1974, por la que se promulgaba tan deseada autorización». Hérnández Gómez hizo circular una petición dirigida al Sindicato Nacional del Espectáculo y consiguió que más de cien compañeros de profesión, como Paco Camino , firmasen.
La mirada femenina del toreo
Después de conseguir la supresión del artículo 49 del Reglamento Taurino, Ángela pudo hacer su presentación a pie en territorio español, concretamente en Jerez de los Caballeros (Badajoz), el 15 de septiembre de 1974. Una temporada más tarde, debutó como novillera en Palma de Mallorca. Ángela obtuvo éxitos en el ruedo y en la taquilla, como en sus tardes de llenos en Venezuela.
Una fuerte cornada frenó su carrera, pero reapareció en 1986 en América. Considerada toda una pionera del toreo femenino, demostró que el toro no era un mundo exclusivo de hombres. En su honor y en el de todas las mujeres de la tauromaquia, la Real Casa de Correos de Madrid acogió hace años una exposición. En su inauguración no podía faltar Ángela , «orgullosa de haber conseguido que las mujeres que querían torear lo hicieran». No ocultó tampoco la «soledad» vivida cuando «todo el mundo se reía de mí al tratar de defender mis derechos». Pero entonces entre sus imágenes también estaban las de muchas otras, como Maribel Atiénzar, Cristina Sánchez, Mari Paz Vega, Conchi Ríos o María Sara.
Ángela cabalgó por una vida de percances y suspensiones de carteles de los que hasta la revista norteamericana 'Time' se hizo eco. Pero esta gran defensora de los derechos de la mujer , que murió en marzo de 2017, hizo historia, puso una mirada femenina al toreo y suyo fue el primer carnet de matadora.