Guillermo Hermoso de Mendoza arrasa en la apertura de San Mateo

Hermoso junior salió a revienta calderas ante el tercero que embestía con la misma bondad que sus hermanos de corrida, pero quizás con un puntito más de emoción. Si aún le faltaba, la puso el navarro en una actuación que fue siempre a más. Vibrante con las banderillas, aquello ya se vislumbraba que podía acabar en triunfo. El público también cada vez más entregado, y un par a dos manos de las cortas desató el entusiasmo. Quedaba la suerte suprema, y el rejonazo fue de efecto fulminante, con el toro rodado en los medios. Una oreja, otra, otra, y la segunda que paseó feliz. Muy asentado en el sexto y embalado en una lidia que se vivió con pasión. Otra vez las cortas a dos manos marcaron el cenit. Todo a favor, pero pinchó antes de un rejonazo, que dejó la cosa en una oreja con mucha fuerza, con la puerta grande abierta de par en par.

Su padre anduvo correcto con el primero y salió espoleado por el vástago ante el cuarto. Aquí tiró de repertorio y de garra. No quería que su hijo se fuera solo en volandas. Y aunque clavó muy desigual tenía el éxito en la mano, una triunfo que se esfumó en la suerte suprema.

Y en medio de los dos navarros, un riojano, Sergio Domínguez, a quien también se le atragantaron los rejones de muerte. Perdió las orejas del segundo, y pasó demasiadas fatigas para acabar con el quinto.