La espada y el empaque de Manzanares en Sevilla

El alicantino corta una oreja a cada unos de sus toros de la manejable y floja corrida de Juan Pedro Domecq

José María Manzanares bordó los pases de pecho Fotos: Raúl Doblado

ABC.ES , ABC.ES , ANDRÉS AMORÓS y ABC.ES

Crónica

Llueve sin parar en Sevilla y, en contra de lo que dice «My fair lady», no es ninguna maravilla; sobre todo, para ir a la Plaza de los toros. A pesar del agua, el frío y el riesgo de suspensión , la entrada es ... excelente. Los toros de Juan Pedro Domecq flojean demasiado pero resultan manejables, en general. Como tantas tardes, la suerte de varas es un puro simulacro, algo lamentable, pero Manzanares corta dos orejas: ¿por qué no van a seguir apuntándose a este tipo de reses?

Enrique Ponce está toreando, sin duda, con más estética que nunca. Su campaña americana ha sido magnífica: en la última semana, un rabo y una petición de indulto. En cambio, no le fue bien en Valencia ni en Castellón, por el mal juego de los toros de Juan Pedro. Esta tarde, en su única comparecencia en la Feria de Abril, vuelve a estrellarse con dos reses en las que es imposible el lucimiento. El primero es muy noble pero muy flojo; sin picar, se sujeta con alfileres. Lo recibe con excelentes verónicas, cargando la suerte, hasta la boca de riego; cuida la lidia y brinda al público . Lo prueba con suavidad… y rueda por el albero. Muletea con temple y una naturalidad reservada a los mejores, acompaña con la cintura… y el toro vuelve a caer. Traza naturales con mimo… y se derrumba. A la cuarta caída, el público ya no aguanta más. Mata con habilidad. El cuarto protesta en el caballo, se duele en banderillas. En la muleta, no tiene ningún recorrido , se para, se duerme. Por grande que sea la maestría de Ponce, la emoción es imposible. Esta vez, mata mal. No puede irse contento de Sevilla: él sabrá si le conviene seguir eligiendo estos toros.

La temporada pasada, López Simón toreó más festejos y cortó más trofeos que nadie pero –lo ha declarado– no fue feliz. Esta, ha triunfado en Valencia y Castellón con un estilo estático, vertical. En el tercero, es triste ver al gran Tito Sandoval sin picar. A pesar de eso, el toro tardea demasiado, hay que llamarle muchas veces para que acuda, con lo aburrido que eso resulta, pero es muy dócil, le permite quedarse muy quieto, vertical . Cuando el toro se para del todo, se pega un arrimón: es absurdo hacer la estatua con una estatua. Cuando el diestro se arrodilla, el toro no le hace ni caso –una triste imagen– y surgen protestas. El último también flaquea, tampoco lo pican pero se viene arriba, en banderillas: es «Beato», no llega a santo. Después de los pases cambiados, López Simón, impasible, aprovecha las nobles embestidas para ligar muchos muletazos: tantos y tan desiguales que acaban provocando la división. La estocada, en el centro del ruedo, suscita una petición de oreja no atendida.

Manzanares , tan querido en esta Plaza, corta una oreja de cada uno de sus dos toros. En el segundo, pica muy bien Paco María y saludan Suso y Blázquez. En la muleta, el toro saca motor, el diestro le da pausas, engancha bien las embestidas, liga buenos naturales, resuelve un momento de apuro con un molinete. Y el momento cumbre: cita a recibir varias veces y, a la cuarta, logra una espectacular estocada , premiada con una oreja. En el quinto, que también flaquea, saluda Rafael Rosa. Manzanares se muestra muy seguro, traza naturales mandones y pases de pecho a la hombrera contraria. El estoconazo final, impresionante, es ya serio candidato a premio: nueva oreja.

El Ministerio de Educación ha inventado algo prodigioso: el alumno, en vez de «suspender», si no estudia, «no cumple los requisitos». ¡Admirable avance! ¿Cumplen los requisitos estos toros? Para la comodidad de los diestros, supongo que sí; para el aficionado que quiere toros con fuerza, que ofrezcan espectáculo también en la suerte de varas, desde luego que no. Gracias a su gran espada y a su empaque, Manzanares ha cortado dos orejas; con toros más fuertes, hubiera podido conseguir un triunfo más rotundo.

Postdata. En la página web –abierta al público– del Registro General de Profesionales Taurinos, que antes dependía de Interior y, ahora, mantiene el Ministerio de Cultura, he comprobado que el carnet del matador José Tomás Román Martín (nº de expediente 637) está vigente hasta el 10 de abril del 2022. Como estas inscripciones son válidas durante 5 años, entiendo que la acaba de renovar, el 10 de abril del 2017: deja, así, abierta la posibilidad de actuar en festejos en ese período. ¡Lástima grande que no se haya decidido a ejercitar ya esa posibilidad, toreando en Sevilla, por ejemplo! Y, luego, en San Isidro.

Directo

Sexto toro

Sale el último, número 138, Beato de nombre, negro, de 552 kilos. El toro, bien lidiado por la cuadrilla, apunta condiciones. Repetidor, se arranca con son a la muleta de un firme y descalzo Simón: Las series tienen emotividad con un toro de alegre embestida y con su casta, aunque puntea los engaños en una labor de altibajos y sin acabar de llegar la comunión pese a la entrega. Poco a poco, va metiéndose en las cercanías, lo que gusta menos a Sevilla y genera división. Estocada trasera. Petición y saludos.

Quinto toro

Va a salir el quinto, número 141, Perdigonero, negro mulato chorreao, de 540 kilos. Mete bien la cara en el capote de Manzanares. López Simón aprovecha por chicuelinas su turno de quites. Se desmontera Rafael Rosa en banderillas. Manzanares se planta a torear sobre la derecha sin probaturas. Buen toro este noble y enclasado Juan Pedro, con mejores principios que finales, y buena faena del alicantino, con muletazos extraordinarios, como un cambio de mano eterno en el epílogo. Manzanares entierra otra estocada hasta la bola, en todo lo alto. Oreja, la número 37 de su carrera en la Maestranza.

Cuarto toro

Sale el cuarto, número 45, Jarreado, negro mulato listón, de 569 kilos. Momentos de apuro en banderillas, cuando el toro aprieta tras el par de Jaime Padilla, que se ve obligado a saltar de cabeza al callejón, mientras el pitón le raja la taleguilla. Afortunadamente, todo parece quedar en el susto. Este juampedro es muy deslucido. Enrique Ponce hace todo a favor del toro, con su veterana sapiencia y pulcritud. Acaba casi entre los pitones, pero es imposible sacar agua de un pozo seco. Pinchazo, metisaca delantero y bajo, pinchazo y estocada desprendida. Silencio.

Tercer toro

Sale el tercero, número 123, Melodía, colorao, de 549 kilos. López Simón se luce el en saludo con lentas verónicas. Muy bien la cuadrilla del madrileño, que brinda al empresario Rosauro Varo. Simón torea con parsimonia a este enclasado toro, con mucho temple y oxigenándolo entre serie y serie. Suena la música. Vertical y abandonado, se asienta sobre la derecha y aguanta parones, ya con el toro a menos. Cuando el toro se para y echa las dos rodillas por tierra, surge la división de opiniones. Pinchazo y estocada pelín contraria. Saludos.

Segundo toro

Sale el segundo, número 41, Gruñón, negro mulato, de 560 kilos, algo más bajo de presencia. Turno de José María Manzanares, que ve cómo el toro echa las manos por delante. Bien picado por Paco María, López Simón firma un quite de valor y quietud. Fenomenal la cuadrilla de Manzanares, con buena lidia de Rafael Rosa: se desmonteran Luis Blázquez y Suso. Se dobla con el toro, tantea. Y ya en la primera serie en la que se siente, con el mentón hundido, responde la plaza con oles. Otra más a derechas, con un pase de pecho interminable. ¡Suena la música! Toma la zurda Manzanares, con bonitos naturales, pero el toro se mete algo por dentro y sufre alguna colada. Faena que, sin redonda, tiene pasajes de mucho nivel, despaciosos, con gusto y empaque. Una más, con un cambio de mano y otro pase de pecho superior. No se pone fácil para matarlo, pero Manzanares entierra un soberbio estoconazo. ¡Oreja!

Primer toro

Sale el primero, número 87, Guardés, colorao, de 572 kilos. Enrique Ponce gana terreno en el saludo con un toro que mete la cara con calidad y al que remata con una buena media. Lo cuida en el caballo y lo lidia bien Jocho. Ponce brinda al público mientras en los tendidos de abren los paraguas. El valenciano plantea con inteligente técnica y suavidad la faena, a media altura, para mimar a Guardés, que anda falto de fuerzas dentro de su clase. Pierde las manos varias veces y eso desluce la labor, imposibilitando el triunfo pese a dejar muletazos sueltos, como unos naturales, de bella estética. Estocada corta desprendida. Silencio.

Paseíllo

Con casi lleno, hacen el paseíllo Enrique Ponce, de marfil y oro; Manzanares, de azul marino y oro; y López Simón, de grana y oro.

Lluvia

A las seis y media en punto, hora del comienzo del festejo, arrecia de nuevo la lluvia. Tremendo aguacero.

Estado del albero

Salen las cuadrillas a comprobar el estado del albero. Pinta bien, esto va para delante. Manzanares habal a los micrófonos de Movistar Plus: «Dios quiera que la tarde aguante así y nos permita torear y no se ponga muy duro el ruedo».

El último en llegar

A las seis y 18 minutos llega el maestro Enrique Ponce, de marfil y oro, «deseando que salgan las cosas bien y expresar el toreo que siento». Todos quieren hacerse una foto con él. Comienza la cuenta atrás...

Ambientazo

En medio de gran expectación, paraguas y chubasquero en mano del gentío, llega Alberto López Simón, de grana toro y oro.

Para la lluvia

Son las seis y tres de la tarde. Ha parado de llover. Llega Manzanares el primero a la Maestranza, entre el mar de gente que hay en al calle Iris. Viste un precioso terno azul marino y oro.

Lona

A las seis de la tarde se retirará la lona de casi tres toneladas que hay en el ruedo maestrante. Más de veinte operarios la quitarán y matadores y cuadrillas procederán a comprobar el estado del albero. La lona se estrenó en 2009 y, en general, ha sido efectiva.

Sorteo

Esta mañana fueron sorteados los toros de Juan Pedro Domecq que, si el tiempo no lo impide, se lidiarán esta tarde. Sus pesos oscilan de los 540 a los 572 kilos.

Cartel

¡Buenas tardes! Bienvenidos a la tercera corrida del ciclo continuado de la Feria de Abril de Sevilla. Aficionados y profesionales están pendientes del cielo y el albero, pues no ha parado de llover desde anoche en la capital hispalense. Se anuncia uno de los carteles estrella, con Enrique Ponce, José María Manzanares y López Simón.

Previa

Esta mañana se ha realizado el sorteo de los toros de Juan Pedro Domecq que esta tarde se lidiarán en el quinto festejo del abono 2017 en Sevilla, donde no para de llover. Todo el mundo está pendiente del cielo. El ruedo está cubierto por una lona, que se retirará a las seis de la tarde, hora a la que se tomará la decisión de celebrar o no la corrida, una de las más esperadas del serial abrileño. El cartel lo componen Enrique Ponce, José María Manzanares y López Simón.

Este es el orden de lidia:

1º Número 87. Guardés. Colorao. 572 kilos. 03/2013 (Juan Pedro Domecq)

2º Número 41. Gruñón. Negro mulato. 560 kilos. 02/2013 (Juan Pedro Domecq)

3º Número 123. Melodía. Colorao. 549 kilos. 02/2013 (Juan Pedro Domecq)

4º Número 45. Jarreado. Negro mulato listón. 569 kilos. 01/2013 (Juan Pedro Domecq)

5º Número 141. Perdigonero. Negro mulato chorreao. 540 kilos. 01/2013 (Juan Pedro Domecq)

6º Número 138. Beato. Negro. 552 kilos. 02/2012 (Juan Pedro Domecq)

Los sobreros son:

1º Número 11. Ostentoso. Colorao. 559 kilos. 02/2013 (Juan Pedro Domecq)

2º Número 132. Engañoso. Negro mulato listón. 625 kilos. 12/2012 (Juan Pedro Domecq)

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios