Vuelven los toros a Bilbao

Se cumplen ahora exactamente sesenta años de la inauguración del coso: fue el 19 de junio de 1962, en una corrida en la que intervinieron Antonio Ordóñez, César Girón y el vasco Rafael Chacarte.

Sucedió esta plaza a la que se quemó el 5 de septiembre de 1961. Mucho antes, la primera Vista Alegre de fábrica se había inaugurado en 1882. La nueva Vista Alegre fue obra del arquitecto Luis María de Gana y Hoyos. Sorprendió por su modernidad y comodidad. El paso del tiempo, sin embargo, había ido dejando sus huellas. (Una plaza de toros requiere una restauración constante: tomen nota los responsables de Las Ventas).

La bautizaron como 'la Dama de Abando'. Ahora, se ha elegido un nombre peculiar, BIVA (unión de Bilbao y Vista Alegre). No se ha alterado la fisonomía básica pero la restauración ha sido profunda: incluye una cúpula fija, para 3.500 espectadores, que estará colocada de octubre a junio y permitirá una mayor utilización.

Se abre una nueva etapa taurina de Bilbao. La va a regir durante 15 años BMF Toros, que une a mexicanos (Baillères) y españoles (Casa Chopera). Su reto es recuperar la importancia de las Corridas Generales de Bilbao, en la Semana Grande (Aste Nagusia), marcadas por la seriedad de los toros y el cuidado de todos los detalles.

Todavía no se han hecho públicos los carteles de la Feria. En julio tendrá lugar el primer Certamen Iván Fandiño, a los cinco años de su muerte, para alumnos de las Escuelas Taurinas de todo el mundo.

La Feria de Bilbao es un hito fundamental de la temporada taurina. Allí ha habido siempre una gran afición a los toros, que incluye a todos los sectores sociales y políticos de la ciudad. Vuelven los toros a una capital que ha sabido conjugar brillantemente tradición y modernidad. La tauromaquia está de enhorabuena.