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ABC Cultural

Enrique Ponce detuvo el tiempo

Magistral y majestuosa tarde del valenciano, aunque solo se marchó a hombros Manzanares

Enrique Ponce detuvo el tiempo efe

rosario pérez

Y de pronto Ponce detuvo el tiempo. Las manecillas del reloj se lentificaron desde primera hora. El escarbador juampedro que abrió plaza, un castaño zapatito, acudió con nobleza al templado quite a pies juntos del valenciano. Con su innata elegancia principió para sacárselo a los ... medios. A media altura siempre, sanador de flojeras. La muleta dormida, con un derechazo que aún dura y un cambio de mano de aquí a la eternidad. ¿Solo despacio? No. Hasta los abanicos que combatían el calor se pararon. Incluso Morante tendría que quitarse luego la chaquetilla, desabrocharse el chaleco y remangarse la camisa mientras le abanicaba un subalterno en medio del sofoco. Hasta para eso hay que tener arte natural.

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