La Asociación Taurina Parlamentaria subraya que solo el Constitucional devolvería los toros a Cataluña

La proposición de ley inicialmente aprobada ayer, relativa a la declaración de la tauromaquia como patrimonio cultural, es fruto de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que llegó en su día al Congreso con el aval 600.000 firmas para pedir que la tauromaquia fuera declarada Bien de Interés Cultural.

El pasado septiembre, el Grupo Popular enmendó el contenido de esa petición y modificó la petición de BIC por la de patrimonio cultura inmaterial, que ayer fue aprobada inicialmente, ya que también deberá pasar por el Senado antes de su definitiva aprobación o rechazo.

En cualquier caso, según ha explicado hoy a Efe Miguel Cid, exsenador socialista por Salamanca, la aprobación de esa proposición de ley no implicaría la anulación de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, en vigor desde el 1 de enero de 2012.

Según el presidente de la ATP, se trata de dos cuestiones diferentes, ya que para que vuelvan las corridas de toros a Cataluña tendrá que haber una sentencia favorable del Tribunal Constitucional , a raíz del recurso de inconstitucionalidad que hace un año presentaron los 71 senadores del PP a la decisión del Parlamento de Cataluña de prohibir la fiesta brava.

«Lo demás son opiniones y declaraciones de intenciones. Lo del Tribunal Constitucional no será una opinión, sino lo verdaderamente importante», ha explicado. Cid estima que «aún puede pasar un año hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie, aunque lo importante es que (el recurso de inconstitucionalidad ) ha sido admitido a trámite».

En relación con la ILP, que se ha debatido estos días en la Comisión de Cultura del Congreso, el presidente de la ATP ha calificado de «muy importante» el trabajo del presidente de la Comisión, José Manuel Albendea (PP), a la hora de plantear el texto del proyecto de ley que reconozca a la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial, ya que supondría el compromiso del Estado de «proteger la fiesta».

«La única forma de blindar las corridas de toros es con espectáculos atractivos y rentables. De lo contrario, acabarán desapareciendo», ha concluido.