'Twist': homenaje al Price
CRÍTICA DE TEATRO
«Marta Pazos trata de recrear en ‘Twist’ un estado de ánimo, un estado cultural en el quicio de aquellos dioses que ya no servían y los nuevos dioses de los nuevos idearios que estaban llegando: el pop, del rock y la juventud»
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Iniciar sesiónEl teatro circo Prince es uno de los santuarios de la cultura pop de nuestro país. Fue, desde los años 60, esa cuerda donde hacían equilibrismo la moral de la buena familia española junto a los inmorales chicos yeyé, la exaltación de la fantasía ... junto a la charanga de los tópicos patrios. Todo en el Price era ramoniano: había tigres y contorsionistas, camerinos fríos y esmóquines cosmopolitas, piernas desnudas y payasos sentimentales. Su ritmo eran la copla y el twist y su olor Varón Dandy, pachuli o Álvarez Gómez que llevaban consigo las utopías soñadas del nuevo amor, de la nueva libertad y del coche nuevo. Todo olía a domingo, como si el resto de la semana fuera un valle de lágrimas para llegar al paraíso de aquellas divinidades llamadas Charlie Rivel, Pinito del Oro, Mary Santpere o Pepe Iglesias ‘El Zorro’.
A ritmo de twist la admirable Marta Pazos crea este espectáculo por el que se pasea el espíritu de todos los monstruos entrañables que formaron parte de nuestras ilusiones sentimentales. Una fiesta de color, plásticamente potente, donde el circo, el humor y la música se alían a aquella nueva sensibilidad que quería dejar atrás cuanto antes la oscura postguerra perdida. «El nuevo orden ha llegado y lleva puesto los vaqueros», se dice. Porque, más que tirar de la memoria,
Marta Pazos trata de recrear en ‘Twist’ un estado de ánimo, un estado cultural en el quicio de aquellos dioses que ya no servían y los nuevos dioses de los nuevos idearios que estaban llegando: el pop, del rock y la juventud. «No hay mejor edad que cuando se es libre, no hay mejor tiempo que el tiempo del amor, no hay mejor lugar que donde empezar a bailar». La escenografía, el vestuario, el maquillaje, la iluminación, la interpretación llenan la arena de Price de esa crónica visual de lo eterno, glorioso e inefable que tiene el arte del circo y de la música.
El twist se vuelve a bailar en el Price
Nacho SerranoEste fin de semana se estrena un espectáculo que rinde homenaje a las Matinales del Price, de las que se cumplen 60 años
Y sin embargo… Y sin embargo, echamos en falta ese furor creativo que tanto agradecemos en Marta Pazos, esa belleza estética capaz de crear un mundo de imágenes sobre el escenario. Si la magia del circo siempre alegra, siempre entusiasma, aquí falta la locura del entusiasmo, el frenesí de la alegría, si la historia se hace más verdadera cuando crece entre los carriles de la imaginación. Aquí echamos de menos conmovernos con la historia del Price, con ese territorio de nuestra memoria donde contemplamos siempre los lastres, las inocencias y las esperanzas de un país que no se llamaba solo España sino que tenía el nombre de cada uno de nosotros. Ya sabemos la conmoción que una y otra vez ha creado Marta Pazos en cada una de sus puestas en escena, pero en ‘Twist’ hubiéramos querido algo más, la sorpresa, el regocijo de ver ese puñado de imágenes, esa historia visual que nos seduzca y nos cautive.
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