Así fue la odisea policial de los becarios de Nacho Cano

Entre esos 17 becarios -que llegaron a Madrid en diciembre pasado y que tienen previsto volver a México en octubre, una vez concluya el programa de becas de Nacho Cano-, se encuentra Alan Hernández. El joven artista contaba así a ABC el episodio que vivió junto a sus compañeros hace dos semanas, cuando una inspectora de trabajo, acompañada por una docena de policías, se presentó en el lugar donde se encontraban dando clases.

«Nos separaron en dos aulas -relata Alan-, de las que no nos dejaban salir, pero no nos decían por qué. Incluso si queríamos ir al baño íbamos acompañados por un policía. Nos pidieron los pasaportes, nos privaron de nuestros celulares y nos llevaron individualmente a un aula para hacernos preguntas». Hubo un choque, dice, cuando les dijeron que les tenían que llevar a la comisaría y uno de los responsables de los alumnos que estaba presente se negó. Hubo, según el testimonio de Alan, un tira y afloja muy tenso -«no nos decían el motivo de que tuviéramos que ir a comisaría»-, pero finalmente se produjo el traslado. El trayecto, dice el artista, fue muy peliculero. «Los oficiales conducían a toda velocidad e incluso en dirección contraria».

Una vez en comisaría se les dijo que iban a revisar papeles, sigue Alan, «pero en ningún momento nos pidieron la documentación». A continuación se produjeron nuevas entrevistas con los becarios. «Yo estuve allí entre cuatro y cinco horas, pero hubo compañeros que estuvieron más tiempo». Entre las preguntas que se le realizaron, Alan Hernández recuerda que los policías se interesaron por cuánto les pagaban, por si nos tenían trabajando, por si conocían a determinada persona. «Yo sentí como que querían ponernos en contra de la compañía».

En el mismo sentido se expresó el martes otra de las estudiantes. «Parecía que querían encaminarnos a responder lo que ellos querían escuchar. Me preguntaron si alguna vez me había sentido incomodada por Nacho; les dije que no, que apenas teníamos contacto con él, pero me insistieron: ¿pero alguna vez te ha mirado o te ha juzgado?»

Alonso Morgado Miranda, uno de los abogados del músico, salía al paso de algunas informaciones que señalaban la situación irregular de los becarios y negaba este hecho. «Los chicos llegaron a España -dijo a ABC- con visado de turista, válido durante 90 días, pero en el plazo establecido, antes de 60 días después de su entrada, solicitaron el visado de estudiantes». Según el abogado, en mayo los expedientes fueron rechazados ya que, según se adujo, no estaba acreditado que el curso que iban a realizar los becarios estuviera homologado. Pero los expedientes están recurridos, y los chicos están en situación legal».

El abogado aclaró también el episodio de la detención. «A Nacho se le citó por teléfono para que fuera a la comisaría, pero no se le dijo en calidad de qué iba, y una vez allí se le comunicó que estaba allí en calidad de investigado detenido, y que iba después a quedar en libertad». Y así ocurrió, aunque antes, añade, de le hizo la reseña policial -las huellas, las fotos...-

Las palabras del excomponente de Mecano, el martes, en las que aseguraba que todo se trataba de una maniobra política que intentaba ir a por él porque apoyaba a Isabel Díaz Ayuso tuvieron ayer eco en la propia presidenta de la Comunidad de Madrid. «La destrucción personal con fines políticos es simplemente estalinismo», dijo, según informa Sara Medialdea. «Buscar el descrédito de un artista como forma de censura y el ataque al adversario político, a través de las herramientas del Estado, solo es propio de países que lo han perdido todo», añadió.

Antes de las palabras de Ayuso, Renfe, empresa dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que dirige Óscar Puente, anunció que rescindía el acuerdo de colaboración que mantenía con el musical de Nacho Cano, 'Malinche'; la razón esgrimida, que las declaraciones del músico en contra de la Policía podía causar «perjuicio reputacional» para la empresa. La promoción del musical fue inmediatamente retirada de la página web de Renfe. Actualmente, el musical no está en cartel; ha bajado el telón durante los meses estivales y, según se anuncia en su página web, volverá en el mes de septiembre.

Más brasas: el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska -instigador de su detención, según Cano-, negó sus acusaciones: «la Policía Nacional no persigue personas», sino que se limita a «investigar hechos», dijo. La Confederación Española de Policía (CEP) calificó de «intolerable» las palabras del músico: «Nacho Cano debe dejar de dar el espectáculo con ataques indiscriminados a policías nacionales», dijeron en un comunicado; En la misma línea se manifestó el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que «está absolutamente fuera de lugar atribuir a la Policía una eventual muerte» y por otro lado, Jupol (Justicia Policial), defendió «la honorabilidad de la Policía Nacional y la integridad de cada uno de sus miembros».

En el extremo contrario, el sindicato Alternativa Sindical de Policía (ASP) apoyaba la teoría de músico y dijo en otro comunicado que la «detención» podría tratarse de una «operación de carácter político», y que estaría «orquestada desde el Ministerio del Interior y llevada a cabo por mandos policiales sumisos al ministro Marlaska».