'Celebración': declaración de amor al oficio de actor
Crítica de teatro
Paco Racionero, María Luisa San José, Ana Marzoa, Juan Ribó, Guillermo Montesinos y Amparo Pamplona
Crítica de teatro
'Celebración'
- Dramaturgia Álvaro Lizarrondo y Luis Luque
- Dirección Luis Luque
- Espacio escénico Monica Boromello
- Iluminación Pilar Valdelvira
- Vestuario Almudena Rodríguez Huertas
- Música original Mariano Marín
- Videoescena Bruno Praena
- Intérpretes Ana Marzoa, Guillermo Montesinos, Amparo Pamplona, Paco Racionero, Juan Ribó y María Luisa San José
- Lugar Naves del Español, Madrid
En estos tiempos en que la sociedad considera la juventud como un valor y no como una circunstancia de la vida, resulta particularmente hermosa la iniciativa del Teatro Español, y concretamente de Luis Luque, su director adjunto, de crear el proyecto La Senior, ... para rescatar del olvido o semiolvido a actores de edades avanzadas. 'Celebración' es el primer espectáculo resultante, y en él han participado seis importantes figuras de nuestra escena y nuestras pantallas, todas ellas entre los setenta y los ochenta años: Ana Marzoa, Guillermo Montesinos, Amparo Pamplona, Paco Racionero, Juan Ribó y María Luisa San José.
'Celebración' es un acto de amor: a estos seis intérpretes, a su generación -y a otras que vinieron después-... En realidad, al oficio de actor. Luque ha tejido, con la ayuda de Álvaro Lizarrondo y el testimonio de los propios actores, un espectáculo emocionante, tierno, divertido, irónico, intimista, nostálgico, agridulce... Pero siempre luminoso y optimista. Son las propias vivencias de los seis las que conforman el texto. Ana Marzoa recuerda sus primeras escuchas de música clásica, en su Buenos Aires natal, a través de los discos de su padre; Guillermo Montesinos, la primera vez que pisó el escenario, siendo un niño todavía; Amparo Pamplona, sus primeros pasos en la radio; Paco Racionero, su huída de casa cuando sus padres le prohibieron ser artista; Juan Ribó, su circunstancial nacimiento en Amán y su infancia nómada; María Luisa San José, las tardes en el cine que despertaron su vocación. Todos recuerdan la huelga de actores, la censura, a los maestros, a sus directores, sus papeles...
Quizás lo más emocionante de esta función sea notar el nervioso temblor de actores con muchos años de experiencia a sus espaldas, y su capacidad para entrar en el juego que les propone el director, Luque, que los trata con mimo pero no convierte el espectáculo en una sesión de baño y masaje, sino en una función llena de rosas y alguna que otra espina.
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