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ABC Cultural

'Andorra': confederación de hipocresías identitarias

El autor retoma el leit motiv de su corpus literario: la dificultad de reconocernos y el problemático equilibrio entre identidad real e identidad social

'Els Buonaparte': Napoléon y José, a calzón quitado

Una escena de 'Andorra' David Ruano
Sergi Doria

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Crítica de teatro

Andorra

  • Autor Max Frisch
  • Dirección Ester Nadal
  • Traducción Xavier Torruella
  • Música Lluís Cartés
  • Escenografía Llorenç Corbella
  • Iluminación Lionel Spycher
  • Vestuario Nídia Tusal
  • Intérpretes Míriam Alamany, Roger Casamajor, Oriol Cervera, Oriol Guillem, Quim Llisorgas, Carles Martínez, Eduard Muntada, Marta Pelegrina, Sergi Vallès
  • Lugar TNC, Barcelona

En Andorra, ironizaba Wenceslao Fernández-Flórez, las fronteras no se ven ni se tocan: «Podríamos atravesar la tierra en todas direcciones sin darnos cuenta de que habíamos pasado una sola frontera, lo cual sería muy desagradable parar saborear ese indefinible placer de haber estado ... en el extranjero». Advertía Max Frisch, al titular 'Andorra' esta pieza de 1961, que el topónimo no aludía al diminuto Principado, ni a otro Estado. Andorra designaba un modelo social. El autor se blindaba así de las críticas, seguramente negativas, que la obra suscitaría en una Suiza natal que blasonaba de neutralidad política, de inocencia, de las calles impolutas con «casas tan blancas». La Suiza paraíso financiero que se beneficiaba con los bienes materiales de la diáspora judía.

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