Sergi Belbel pone fin a siete años de sequía creativa con una comedia romántica

Aunque Belbel no quiera pronunciarse acerca de la situación sociopolítica que vive desde hace unos años Cataluña, donde vive y trabaja el dramaturgo, las ganas de esquivarla han tenido mucho que ver a la hora de querer contar esta historia. «He tratado en mis obras temas políticos, aunque no lo haya hecho de manera directa -explica-, y soy sensible a la situación que vivimos en Cataluña . La saturación es quizás uno de los motivos para que no haya escrito en siete años, y ahora quería buscar el bálsamo del amor. Por primera vez en mi vida he escrito una comedia romántica , un género que no me gusta como espectador, pero al que he llegado por contraste, por romper con estos momentos convulsos que vivimos. ¿Por qué este tópico de cargarnos el amor cuando en un mundo tan agresivo como el que vivimos es lo único que nos da un poco de salvación? ».

La obra presenta a Eduardo (Unax Ugalde), un hombre de negocios muy enamorado de su mujer, Elisa (Marta Hazas), que provoca involuntariamente una tragedia . Sus amigos, Clara y Óscar (Ana Cerdeiriña y Óscar Jarque) tratan, sin fortuna, de ayudarle. Varios años -de 1989 a 2028, aunque no de manera correlativa- transcurren a lo largo de la función, que juega de alguna manera con lo mágico y con los universos paralelos ; con ese «¿Qué hubiera pasado si...?» «No creo en el destino -asegura Belbel-, pero hay una ambivalencia con él en la función. Yo no sé qué es el destino ; ¿no lo trazamos nosotros con nuestras decisiones? ¿Qué nos empuja a tomar una u otra decisión? Decisiones que condicionan nuestra vida y nuestro futuro. Me gustaría que los espectadores reflexionaran después de la obra sobre qué hubiera pasado si el día en que conocieron a su pareja, por ejemplo, hubieran tomado una decisión que hubiera impedido que se conocieran».

Una frase del poeta turco Yalal ad-Din Muhammad Rumi -«Los amantes no se encuentran finalmente en algún lugar; están dentro el uno del otro todo el tiempo»- fue la inspiración para Sergi Belbel, que asegura que la obra le ha salido «de dentro». « Lo he pasado mal durante estos siete años de sequía , pero he estado todo este tiempo sin escribir porque todo lo que quería escribir ya lo había hecho anteriormente. No había encontrado el clic que hace que me emborrache de una historia y sienta la necesidad de contarla», explica parafraseando a Tennessee Williams en «La gata sobre el tejado de zinc caliente». «Afortunadamente, soy un hombre de teatro -sigue- y durante este tiempo he seguido aprendiendo viajando y como director de otros autores (esta obra, por cierto, no la escribí pensando en dirigirla). He aprovechado estos siete años para alimentarme».