«El público se salía de la sala. Tuve que remontar la cinta»
FERNANDO MEIRELLES_DIRECTOR DE «A CIEGAS»
Fernando Meirelles y José Saramago presentaron juntos «A ciegas», adaptación de «Ensayo sobre la ceguera». El director habló con ABC sobre su película.
-¿Impone un premio Nobel?
-Fue la mayor presión que he sufrido en mi vida.
-¿Cómo convenció al autor?
- ... Fue el productor canadiense. Saramago no quería vender los derechos y él fue hasta Lanzarote. Después de dos días, cedió. Temía que alguien quisiera hacer una película apocalíptica, comercial.
-¿Cómo fue la primera vez que él vio la película?
-Emocionante. Hay un vídeo en YouTube. Yo fui a Lisboa a mostrársela junto a mi hijo, que lo grabó. Cuando acabó el pase él estaba llorando. Le gustó mucho y apoyó el lanzamiento en Brasil, Portugal, España...
-Tanto apoyo es sorprendente.
-Él piensa que es un trabajo muy diferente del libro, aunque ambos hablan de lo mismo y se siente un poco dueño de la película.
-Usted ha dicho que la película va más allá que el libro.
-Creo que los personajes son más humanos, con más áreas grises. En el libro son buenos o malos. Tal vez es porque los actores trazan su propia personalidad, especialmente Gael García Bernal.
-¿No ve que para triunfar hay que hacer películas optimistas, como «Slumdog millionaire»?
-Al principio era peor. Hicimos una prueba en Toronto y parte del público se salía de la sala. Tuve que remontarla para hacerla más soportable.
- Una de las lecturas es la incompetencia de las autoridades en situación de crisis.
-El libro tiene una crítica muy grande a los Gobiernos y nuestro primer guión abundaba en esa estupidez, pero pensé que estaba mezclando demasiados asuntos y que sacaba el foco de la historia.
- ¿Pasó muchas horas con los ojos cerrados?
-Sí, con los extras y los actores. Nos poníamos unos antifaces y paseábamos por las calles o comiendo en restaurantes. Fue apasionante. Todo el mundo debería hacerlo un día. Estamos dominados y dispersados por el sentido de la vista. Sin él, todas las sensaciones son más fuertes. Estamos ofuscados por ese estímulo. Muchos acabaron deprimidos. Para mí fue un placer.
-Y sin embargo, el personaje más terrible es la mujer que ve.
-En esa situación tiene que ser horrible. Ella puede constatar lo que somos, ver nuestra degradación.
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