Después de veinte años, Fernando Fernán-Gómez vuelve a dirigir teatro

Esta nueva relectura del texto de Cervantes está coproducida por el Centro Dramático Nacional y el Centro Dramático de Aragón, que enmarca su tercera producción en el cuarto centenario del libro en español más universal, que se conmemora el próximo año. Permanecerá en la capital del Ebro hasta el domingo, antes de ir a Albacete y al María Guerrero de Madrid, donde se podrá asistir entre el 27 de febrero y el 15 de abril. Es una tragicomedia en seis cuadros, un prólogo y un epílogo en la que Ramón Barea da vida a Don Quijote y Enrique Menéndez a Sancho, si bien en el protagonista se puede ver un «alter ego» del propio Fernán Gómez, según el director del Centro Dramático Nacional, Juan Carlos Pérez, quien describió ayer la obra como «divertida, irónica, con un sentido del humor muy actual pero a la vez muy tierna y humana», en la que el autor y director «ha sabido conectar con la humanidad plena de Don Quijote». Para el responsable del centro aragonés, Francisco Ortega, Fernán Gómez «ha encontrado la transformación de la locura a la cordura desde un punto de vista más personal y humano».

Francisco Ortega recordó la sorpresa que le produjo que aceptara dirigir su propio texto, puesto que hacía más de 20 años que no ejercía esta faceta. El director del Centro Dramático de Aragón atribuyó este largo paréntesis no a la falta de ofertas, sino a que es «una persona muy particular, que cuando quiere hacer las cosas las hace y cuando no quiere hacerlas, no las hace». Zaragoza se quedó ayer sin poder comprobar en vivo este carácter, ya que un pequeño problema de salud le impidió asistir a la presentación de la obra. Para el viceconsejero de Cultura del Gobierno regional, Juan José Vázquez, el evento muestra la vocación de «proyectar la cultura aragonesa fuera de nuestras fronteras». A juicio de Pérez de la Fuente, la única pega del estreno es que tendrá lugar en martes y 13. Pero «el Quijote se lo puede permitir», bromeó.