Álex de la Iglesia dice que la nueva Ley «pone en peligro nuestro cine»
Uteca critica la «tremenda voracidad» del sector, que se llevará «60 millones más al año con la Ley Audiovisual»
Podía haberse quedado en un acto protocolario más, de los que suceden a diario. El Rey Don Juan Carlos recibió en el Palacio de la Zarzuela a la Junta Directiva de la Academia de Cine, que correspondió al monarca con un Goya honorífico. Pero desde ... hace varios ministros el sector no ha enterrado del todo el hacha de guerra y Álex de la Iglesia, presidente de la Academia, aprovechó la coyuntura para hacer balance de la situación del cine español y, ahí llegó la sorpresa, para advertir que «las iniciativas legislativas en marcha van a poner en serio peligro la propia existencia de nuestro cine en un plazo muy breve».
Con la Ley del Cine aprobada en diciembre de 2007 y la Orden Ministerial que la desarrolla sólo pendiente de su visto bueno en Bruselas, el director de «El día de la bestia» debía de referirse a la Ley General Audiovisual, que sigue enfrentando al mundo del cine con las cadenas de televisión. De la Iglesia, que también volvió a exhibir su perfil autocrítico, afirmó que «es imprescindible la colaboración de sectores a los que el cine aporta valor: como las empresas tecnológicas o las televisiones, que en la actualidad presionan para realizar cambios legislativos que les eximan de apostar por el cine en España». Añadió que el Estado «no puede obviar el valor que tiene nuestro cine como activo estratégico para el país, ni devaluarlo al considerarlo una moneda de cambio político».
La respuesta de las cadenas no fue menos sabrosa. Jorge del Corral, secretario general de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas, aseguró que «las modificaciones de última hora hechas en el proyecto de Ley General Audiovisual comportan más obligaciones de las televisiones en beneficio del cine español». Según el directivo de Uteca, que calificó las peticiones de la Academia como una muestra de «tremenda voracidad», estos cambios «pueden suponer en torno a 60 millones más al año para el cine». A las televisiones, el punto que más les duele del último borrador de la Ley Audiovisual es el que también obliga a invertir el 5 por ciento de sus ingresos a las cadenas que no emiten cine reciente.
En el otro lado de la balanza, el cine no perdona que una parte de ese dinero pueda ser destinado a series de televisión, y no sólo a películas, como ocurría hasta ahora.
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