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José María Carrascal consideraba que la televisión era «el medio de comunicación de nuestra época»
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José María Carrascal consideraba que la televisión era «el medio de comunicación de nuestra época». Él llegó a la tele cuando volvió a España en 1989. Debutó con unos extravagantes 60 años. Nada más comenzar sus emisiones, Antena 3 lo fichó para dirigir y ... presentar las 'Noticias de las 8'. Y luego las noticias de la noche. Un viernes había salido a cenar y en la cadena habían medido mal la duración de la película que iba delante del informativo. Hubo que localizarlo, ir a buscarlo y llevarlo casi en volandas al plató, adonde llegó sin resuello, casi ahogándose. Como se había ido a Nueva York en 1966, algunas cosas de España le resultaban desconocidas. Hubo una pieza sobre algún aniversario no sé si de la muerte o del nacimiento de Nino Bravo y soltó en antena «un tal Niño Bravo». No tenía ni idea de quién era.
Estuvo en los informativos de Antena 3 hasta 1997, cuando él mismo anunció en directo que dejaba de presentarlo por decisión de la cadena. Como Reese Witherspoon en 'The Morning Show', pero sin amenazas. En el documental 'Las caras de la noticia' (2014), de Canal +, era uno de los protagonistas. Fue a Antena 3 y la emoción saltaba de la pantalla en la gente que lo recibía. Y también fue muy emocionante el día que estuvo en el informativo de Sandra Golpe en el 30 aniversario de la cadena. Justo antes de la pandemia, cuando ya vivía por y para cuidar a Helen, su mujer alemana. Otra vez se notaba su propia emoción y la de todos los que había por allí.
En 'El hormiguero' contó hace unos años cómo era esa televisión que empezó con palos y cañas. «Todo era nuevo en Antena 3. No solo yo. Tal era nuestra irresponsabilidad, que a mí me pusieron un realizador que llegó de la televisión gallega el día antes, y el prompter había llegado el lunes de Japón, y no sabíamos utilizarlo».
Alejandro Dueñas, que estuvo en el nacimiento de Antena 3 dice que su modelo era «el de las 'Evening News' de EE. UU.». Cuenta que «siendo un escritor e intelectual, podía haber seguido la tradición de Miguel Ángel Aguilar, Felipe Mellizo, Hermida… Pero sólo se parecía a esos precedentes en el toque irónico y socarrón». Según Dueñas, no admitió cambios en su plan. Y dentro de su plan, aparte de los pasos muy cortos a los vídeos, los editoriales (su opinión) o despedir con «y así transcurrió el día», estaban las corbatas. Las utilizó como algo que llamara la atención.
Además de todo eso, el presentador conservador y un tanto acartonado, consiguió, con su talante, educación y cultura, el respeto de los jóvenes progres que le rodeaban.
Lydia Hernansáiz, de Relaciones Públicas de Atresmedia, me cuenta que su madre era su más rendida admiradora y le hacía llevarle cerezas, chorizo y vino de Rioja. Él, que vivía en invierno en Nueva York porque en una manzana lo tenía todo a mano, siempre le traía un regalo cuando volvía.
«Un tipo adorable», lo recuerda Dueñas.