De su primera casa a la estación de bomberos de Hiroshima, los diseños más destacados de Riken Yamamoto

El jurado del premio Pritzker ha destacado este año al arquitecto japonés Riken Yamamoto . Su filosofía conceptual se materializa en diseños de estructuras modulares y formas simples. Sus intervenciones son sutiles y precisas, creando edificaciones que no imponen actividades, sino que facilitan que las personas moldeen sus propias vidas con elegancia, naturalidad, poesía y alegría. Estos edificios incorporan espacios para actividades colectivas, independientemente de su función principal, con el objetivo de integrarlos de manera fluida en la vida diaria de la comunidad. Hacemos una recopilación de sus obras más destacadas.Villa Yamakawa, Nagano (Japón), 1977. Un cliente acudió a Yamamoto, que se describe a sí mismo por entonces como «un arquitecto aún sin la menor experiencia práctica», para que le construyera una casa de verano en un bosque. Sólo indicó que quería una terraza espaciosa, que fuera como una sala de estar donde comer y poder pasar a gusto el día. Yamamoto respondió con esta vivienda planteada como una gran terraza que funcionaría como sala de estar y comedor y en la que el resto de dependencias se plantearon como pequeñas habitaciones dispersas, todo ello integrado bajo un tejado a dos aguas. Esa idea de dispersar las estancias le pareció entonces completamente nueva a Yamamoto, quien señala la importante influencia de este proyecto en el que sería el planteamiento definitorio de su arquitectura. Tomio Oashi GAZEBO, Yokohama (Japón), 1986. «Esta es mi propia casa. Siempre me levanto hacia las 6.30, doy de comer a los peces y limpio el arenero de los gatos. Hago zumo de manzana, naranja y repollo. Puedo ver la azotea de la casa a través del callejón cuando doy de comer a los peces porque el estanque está en la terraza de la cuarta planta. La azotea del edificio de tres pisos al otro lado del callejón está repleta de plantas. Cada mañana saludo a la anciana que riega esas plantas o cuelga la ropa. Empieza a hacer calor, ¿verdad? También saludo a la señora que cuelga la colada en la azotea que hay dos casas más allá. La vida diaria de la comunidad local transcurre a cuatro pisos sobre el suelo». Ryuuji Miyamoto Escuela secundaria Iwadeyama, Ōsaki (Japón), 1996. Yamamoto decidió otorgar un particular tratamiento a los espacios que los alumnos de este instituto utilizarían. La comunidad de profesores y alumnos accede al edificio por una promenade transparente; un amplio atrio pensado para reforzar la sociedad formada por los estudiantes constituye el núcleo del instituto; y una gran sala situada en el centro del segundo piso les brinda pequeñas áreas para usar. La habitual sala de profesores es convertida en un aula de investigación para los educadores. El enorme muro vertical curvado que destaca en el exterior, llamado “El ala del viento”, protege de los fuertes vientos del norte y permite incrementar el nivel de luz natural en el interior durante el invierno. Mitsumasa Fujitsuka Estación de bomberos Hiroshima Nishi, Hiroshima (Japón), 2000. Fachada, paredes interiores y suelo están construidos en cristal, creando un gran volumen transparente que permite a todos los transeúntes ver los entrenamientos y actividades que los bomberos desempeñan en el interior, expresando el nexo de conexión entre este cuerpo de funcionarios y ciudadanos. «Un cuartel de bomberos debería jugar un importante papel en la formación de una comunidad local», señala Yamamoto. El vestíbulo y una terraza en la cuarta planta están abiertas al acceso público. Un atrio central funciona como núcleo desde el que se articulan todo el resto de instalaciones. La casi totalidad del edificio consiste en espacios separados mediante paredes de cristal. Tomio Ohashi Complejo residencial Pangyo, Seongnam (Corea del Sur), 2010. Este complejo está integrado por nueve agrupaciones de viviendas formadas cada una de ellas por 9 o 13 edificios residenciales de 3 o 4 plantas. Una superficie comunitaria en la segunda planta ofrece espacios para el encuentro, que pueden emplearse como jardines, puentes y zonas de recreo, favoreciendo la interacción entre los vecinos. Nam Goongsun Biblioteca de Tianjin, Tianjin (China, 2012). 55.000m2 de superficie albergan una colección de seis millones de libros en esta biblioteca formada por una malla de vigas exteriores de hasta 30 metros de altura, generando una apariencia de volúmenes apilados flotantes. En cada uno de sus cinco niveles hay un entresuelo, de forma que el edificio parezca tener diez niveles entrecruzados y el usuario tenga vista de diversos de ellos a su alrededor. Lamas de piedra permiten lograr un efecto de transparencia y una luz tenue en el interior. La variedad de salas de lectura quieren ser un reflejo de la diversidad de lectores que frecuentan esta biblioteca pública. Nacasa & Partners