'Policías y ladrones': en la cárcel y el purgatorio
Apenas se ha presentado en sociedad 'Policías y ladrones' y ya se resigna a ser uno más entre los muchos miles de títulos que a pesar de haber convertido la zarzuela en un sujeto social se perpetúan agazapados en la clandestinidad
Zarzuela
'Policías y ladrones'
- Música Tomás Marco
Apenas se ha presentado en sociedad 'Policías y ladrones' y ya se resigna a ser uno más entre los muchos miles de títulos que a pesar de haber convertido la zarzuela en un sujeto social se perpetúan agazapados en la clandestinidad. Tomás Marco, autor ... de la música, lo señala en el libro-programa de las actuales representaciones: 'Policías y ladrones', se dice, «no puede tener mucho recorrido, ya que no hay dónde tenerlo». Como si el tuntún condicionara el destino de la obra a pesar de haber nacido bajo un principio de buena fe, desde el día que Paolo Pinamonti, director del Teatro de la Zarzuela, soñó con el renacimiento del género; desde que Daniel Bianco asumiera el encargo cuando le sustituyó en el puesto, y desde que se superase la cancelación de su estreno en 2018 a causa de una huelga y una segunda vez a consecuencia de la Covid. Poco más hizo falta para que 'Policías y ladrones' se convirtiera en un asunto popular, de manera que el estreno del viernes llegó rodeado de una importante expectación. No cabía imaginar un ambiente más propicio para el futuro de la obra.
Tomás Marco ha trabajado con el escritor Álvaro del Amo y ambos han confeccionado una cierta comedia de costumbres tratando de describir con ironía y emplasto moral la lamentable España de la reciente corrupción política. El asunto se lleva de manera liviana, amablemente ingeniosa y suficientemente recreada como para que 'Policías y ladrones', al igual que otras tantas zarzuelas, se entregue a la gracia de su música. Y aquí es donde Tomás Marco exprime su inspiración en una etérea y laxa continuidad, que además riega de gasolina un incendio crucial, y que el propio autor, de nuevo con resignada clarividencia describe como «verdadero problema de las óperas contemporáneas»: la línea vocal «que no suele estar bien resuelta ni en sí ni en relación con el texto».
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Defienden la obra César Arrieta, con la alegría de ser el novio de la hija, y César San Martín como padre del hijo, en este caso recogido en una vis cómica muy característica. Hay otro plano inferior para el padre de la hija, Miguel Ángel Arias, de una gravedad impostada; la novia del hijo, Alba Chantar con su puntiaguda realización vocal, al margen de María Hinojosa, cómplice de su marido, cuyas armas se limitan a la expresividad del gesto. 'Policías y ladrones' se ha escenificado en un etérea puesta en escena de Carmen Portaceli y se apoya en la dirección musical de José Ramón Encinar, tan animoso y entregado, dispuesto a trabajar en favor de la partitura. Concluida la primera función aún hubo ocasión para el comentario pues un telón demasiado rápido impidió la salida al escenario de los autores, rompiendo el protocolo y evitando que el público soltara la adrenalina acumulada. En definitiva, que le diera sentido a la (in)utilidad de la obra.
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