La persecución contra J.K. Rowling por supuesta transfobia desata un boicot contra el videojuego 'Hogwarts Legacy'

Ya el año pasado, la escritora se había manifestado en contra del proyecto de ley que permite a los hombres cambiar su sexo legal simplemente por afirmación, diciendo que perjudicaría «a las mujeres más vulnerables de la sociedad: las que buscan ayuda tras una violación y las mujeres encarceladas», pero ahora ha vuelto a la carga después de que Isla Bryson, una mujer trans de 31 años, violara a dos mujeres en la prisión en la que se encontraba, antes de ser trasladada a un centro para hombres.

Este hecho ha supuesto una auténtico dolor de cabeza para la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, defensora a ultranza de la ley, que en una entrevista en la cadena ITV acabó admitiendo, a regañadientes y tras la insistencia del periodista, que las presas transexuales serán tratadas diferente al resto de las mujeres.

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Fue entonces cuando Rowling, a quien sus atacantes llaman transfóbica y 'terf' (acrónimo en inglés de 'Trans Exclusionary Radical Feminist', es decir, feministas radicales trans excluyentes), escribió un incisivo mensaje en Twitter, tirando de ironía: «No sé a ustedes, pero excluir a las mujeres de las cárceles de mujeres solo porque tienen penes, calvicie de patrón masculino y han cometido un par de violaciones me parece terriblemente TERFy».

Rowling además aseguró que Sturgeon debe trasladar a una cárcel de hombres a Katie Dolatowski, una pedófila transgénero nacida como hombre que trató de filmar, secuestrar y violar de manera encubierta a dos niñas de diez y doce años y que todavía está detenida en una cárcel de mujeres. Finalmente, el gobierno británico tumbó la reforma, que también reducía a 16 años la edad para cambiar de género.

Mientras tanto, los activistas por los derechos de las personas transexuales piden un boicot al videojuego sobre Harry Potter 'Hogwarts Legacy', que saldrá a la venta este 10 de febrero y que es una creación del desarrollador Avalanche Software y Warner Bros. Games. Desde allí insisten en que Rowling no participó directamente en la creación del juego, aunque parte de su equipo sí lo hizo, y además, en un intento por hacerlo inclusivo, los jugadores pueden crear personajes trans, según recoge la prensa local. Aún así, «cualquier apoyo a algo como 'Hogwarts Legacy' es perjudicial», tuiteó la YouTuber trans Jessie Earl, una de las que apoyan el boicot, una acción que Rowling comparó con «la quema de libros».

Los activistas también han atacado a los actores y actrices cuyas voces aparecen en el juego. Es el caso del joven actor británico Sebastian Croft, de 21 años, que se defendió diciendo que «fui elegido para este proyecto hace más de tres años, cuando Harry Potter era para mí el mundo mágico en el que crecí». «Esto fue mucho antes de que me diera cuenta de las opiniones de J.K. Rowling. Creo de todo corazón que las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres», afirmó.