Nuevas pistas acerca de la misteriosa desaparición de la aviadora Amelia Earhart

Durante décadas se asumió que la aeronave se estrelló en el océano por un fallo mecánico o falta de combustible, pero hay una teoría que apunta que pudo llegar a alcanzar el atolón coralino de Nikumaroro en las islas Kiribati, al noreste de Australia. A lo largo de los años, en ese pequeño atolón se han encontrado algunos restos de los años 30 que se piensa que pertenecieron al viaje. Entre esas piezas rescatadas, las últimas en 2012, figuran un bote de crema, una navaja similar a la usada por Earhart, un zapato de hombre y otro de mujer, un panel de aluminio y un trozo de plexiglás similar al de una ventana del avión.

Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania realizaron nuevos análisis al panel de aluminio, hallado en Nikumaroro en 1991. Los escaneos mediante radiografía de neutrones han revelado textos ocultos que podrían ayudar a identificarlo y confirmar si provenía o no del Lockheed Electra.

«Encontramos lo que parecen marcas estampadas o pintadas que podrían ser del fabricante original», según señaló Kenan Ünlü, director del programa de ingeniería en el Centro de Ciencia e Ingeniería de la Radiación de la Universidad de Pensilvania. «'D24' y '335', o quizá '385'. No sabemos qué significan, pero son la primera información nueva de este panel que ha sido examinado por varios expertos con diferentes técnicas científicas durante más de 30 años«.

Los analistas forenses trabajan ahora para rastrear los orígenes de estas letras y números y averiguar si estos pertenecen a un código de fabricación, para establecer definitivamente si el panel de metal pertenecía o no al avión de Earhart. Los especialistas también han señalado que es posible que la pieza se hubiera agregado a la aeronave al realizar alguna reparación durante el histórico vuelo.