El triunfo de la revuelta contra los precios abusivos: Lori Meyers elimina las entradas VIP de su concierto en el Wizink tras las quejas de sus fans

Ya ocurrió hace unas semanas, cuando estrellas extranjeras como Beyoncé, Bruce Springsteen o Madonna sacaron a la venta las entradas para sus próximos conciertos en España con precios desorbitados, llegando a los tres mil euros en algunos casos. Cientos de tuiteros se lanzaron a quejarse por las cifras, e incluso un fanzine de seguidores del 'boss' anunció su cierre en señal de protesta contra las llamada 'entradas dinámicas', pero no ha habido respuesta alguna de los artistas en cuestión. Sin embargo, con Lori Meyers, la revuelta ha tenido éxito.

La polémica empezó este miércoles, cuando la banda granadina anunció la puesta a la venta de las entradas para su actuación en el Wizink Center de Madrid el próximo 30 de diciembre. Al hacer clic sobre el botón de compra, los seguidores se encontraron con algo que nunca habían visto tratándose de Lori Meyers: una zona 'Golden' y otra 'VIP' en las primeras filas ante el escenario, con precios de 150 euros y una serie de «ventajas» bastante extrañas para lo que el grupo siempre ha sido, como por ejemplo, «recepción por azafata con copa de cava».

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La reacción de los fans en las redes sociales fue inmediata, y masiva. «Lamentable, Lori Meyers. Vender las primeras filas de un gran concierto al mejor postor pervierte de manera ultracapitalista una de las grandes tradiciones y esencias de la música en vivo: que esas primeras filas sean para los fans que antes han llegado», dijo Nacho Criado, periodista musical y uno de los tuiteros más influyentes de la esfera 'indie', que lanzaba esta pullita al grupo por lo que él entendía como una incoherencia: «Progresista en las letras y entrevistas, ultraliberal en lo económico».

Otra reflexión muy compartida fue la de Pepo Márquez, profesional de la industria musical con amplia experiencia: «Hay algo perverso que estoy convencido que ni los grupos nacionales (ni sus agencias de management) perciben en la naturalización de VIP experiences, Golden Rings, early entrances y demás ofertas turbocapitalistas aplicadas a la industria del directo: que un concierto ya ha dejado de ser ese sitio donde gente de diferente capacidad económica, clase social e intereses vitales, se congregaban para vivir durante unas horas una experiencia común. Ahora son esos propios grupos, los que crecieron yendo a conciertos de entrada única que forjaron su amor por la música siendo público al que sus grupos preferidos no distinguían por su poder adquisitivo ni procedencia social, los que ahora dividen, separan, acotan y monetizan dependiendo de las posibilidades de la misma gente que les ha llevado hasta allí. Esta práctica, que tiene muy pocos años de vida, va a impactar —si no lo está haciendo ya— en la percepción que tiene el público más joven de lo que es la música: un reflejo cada vez más fiel de lo que es la vida, cuando antes era una vía para escapar de ella».

«Con VIP, Golden…me bajo de este barco por mucho que me apetezca. Creo que esta no es la dirección que debe tomar la música en directo», decía otro tuitero, al que siguieron muchos otros: «Es deprimente en lo que se está convirtiendo la música en directo», «Pista Gold es una absoluta vergüenza. Queréis cerca a pijos con Instagram en lugar de fans dispuestos a hacer horas de cola. El cariño del público se pierde por cosas así».

Durante horas se sucedieron las críticas, las muestras de decepción y las quejas amargas, hasta que llegó la puntilla por parte del músico Víctor Cabezuelo, que hiló increíblemente fino al intervenir en la controversia simplemente compartiendo el vídeo de la actuación de los Beatles en noviembre de 1963 en el Prince Of Wales Theatre de Londres, ante la mismísima Reina Isabel II y otras personalidades de la aristocracia británica, en el que John Lennon dijo: «Los del gallinero podéis aplaudir, los de los asientos caros simplemente hagan sonar sus joyas».

Ante la avalancha de críticas, el manager de Lori Meyers salió al paso con un tuit que no estuvo muy afortunado, ya que se burló de todos los que estaban expresando su enfado con la banda: «Gracias a todos, sois nuestro mejor amplificador». Horas después, tras una nueva oleada de críticas por su actitud «chulesca», borró el mensaje y canceló su cuenta de Twitter.

Como era de esperar, esto aumentó exponencialmente la controversia en las redes sociales, llevándola al Trending Topic durante dos días enteros. Muchos se preguntaban qué pensaría de todo esto el propio grupo, y en la mañana del viernes han tenido su respuesta: «A la mierda las zonas Golden y VIP. Toda la pista a 35€. A los que habéis comprado esas entradas muchísimas gracias, se os devolverá el importe completo o la parte correspondiente si pasáis a pista u otra localidad. Nos vemos el 30 de diciembre en el WiZink».

En declaraciones a este periodista, el cantante y guitarrista Noni asegura que no suelen «hacer caso a ese tipo de propuestas» de segmentar las localidades, y que «hacer meet & greet y fotos, y dedicarte a ser anfitrión en un día tan importante es un sacrificio», y reconoce que no previeron «que se iba a liar» una polémica tan fuerte por implantar este sistema en su visita al Wizink Center. «Creo que no lo supimos comunicar bien, hablamos con nuestro manager y se recondujo la situación. Respetamos mucho a nuestros fans».

«Rectificar es de sabios. Esto os honra», han dicho cientos de seguidores que, ahora sí, han decidido comprar entradas para el próximo concierto, enmarcado dentro de la gira de presentación de su séptimo y más reciente disco de estudio, 'Espacios infinitos' (2021). Su nueva incursión en el WiZink se producirá cuando se cumplan cinco años exactos de su último concierto en este lugar, que sirvió para editar en 2020 el disco 'Directo en Madrid - Wizink Center'.