Roger Waters manda «a la mierda» a unos fans que se fueron de su concierto después de que pasase una hora leyendo su biografía

El ex Pink Floyd está presentando 'Dark Side of the Moon Redux', su revisión del clásico de Pink Floyd

'The Dark Side of Roger Waters': compañeros del exlíder de Pink Floyd le acusan de antisemitismo

Roger Waters durante un concierto abc

Nacho Serrano

Roger Waters, que curiosamente está muy callado acerca de los sucesos en la franja de Gaza a pesar de su beligerante postura hacia Israel, acaba de publicar una revisión del mítico 'Dark Side of the Moon' llamada 'Dark Side of the Moon Redux' ... que, por decirlo rápido, es una chufla pretenciosa que no venía a cuento. «Leave them songs alone», le decía algún fan en las redes.

Pero el cantante y bajista de Pink Floyd es noticia por un concierto que ha dado en el London Palladium que ha tenido un final parecido al de su grupo. Que ha acabado como el rosario de la aurora, vaya. Antes de tocar el disco entero, Waters se puso a leer su libro autobiográfico aún inédito durante aproximadamente una hora, incluyendo veinte minutos de disquisición sobre una mascota suya llamada Donald que, sí, lo han adivinado: es un pato.

Todo esto desesperó a unos cuantos fans que ante semejante escena, prefirieron levantarse de sus butacas y marcharse de allí de forma airada. El músico británico, lejos de ignorarlos, les dijo por el micrófono que se fueran «a la mierda» para estupor del resto de asistentes, que se quedaron aún más atónitos cuando Waters añadió: «Si quieres contar historias, cuéntaselas a tu propio ritmo a tu propia audiencia en tu propio maldito teatro. Por cierto, si podéis mostrad moderación y dejad de gritar de nuevo».

Las quejas de los fans también llegaron a través de las redes sociales. «Fui a escuchar 'Dark Side of the Moon', no extractos de tu libro», escribe uno de los usuarios, añadiendo que la velada del ex Pink Floyd fue «muy decepcionante». Otro usuario respondió a ese comentario en tono jocoso: «Si te hubieras quedado un poco más, lo habrías visto sentado en su mesa con una baraja de cartas dispuesta como si estuviera jugando al solitario mientras estaba en medio de una canción». Otro escribió: «Las canciones reales eran geniales, pero la basura autoindulgente fue interminable y terminar más de una hora más tarde de lo previsto es imperdonable».

Después de su lectura de una hora, Waters interpretó un par de canciones, 'The Bar' y 'Mother'. Luego hubo un intermedio de 20 minutos, seguido de un cortometraje que narra la creación de 'The Dark Side of the Moon Redux', y después de todo esto, tocó las 11 canciones del álbum en orden.

«Este disco es una manera de recontextualizar las declaraciones políticas del original, creo que la nueva grabación es más reflexiva y es más indicativa de cuál era el concepto del álbum. El 'Dark Side Of The Moon' original parece en cierto modo el lamento de un ser anciano sobre la condición humana. Pero Dave, Rick, Nick y yo éramos muy jóvenes cuando la hicimos, y cuando miras el mundo que nos rodea, está claro que el mensaje no ha calado. Por eso empecé a considerar lo que la sabiduría de una persona de 80 años podría aportar a una versión reimaginada. Estoy inmensamente orgulloso de lo que hemos creado, una obra que puede sentarse con orgullo junto a la original, mano a mano a través de medio siglo de tiempo», explica Waters, que sólo ha contado con el apoyo de uno de sus ex compañeros, el baterista Nick Mason, que ha calificado la regrabación de «brillante».

'The Dark Side of the Moon Redux' fue inicialmente presentado por Waters hace poco más de un mes ante un afortunado grupo de fans seleccionados para la ocasión, en un evento en la Power Station de BerkleeNYC, un estudio de grabación de Manhattan, que también tuvo momentos excéntricos del artista. Entre canción y canción se reproducía un vídeo explicativo, así como breves intervenciones del que fuera bajista de Pink Floyd. «Vais a ser los primeros que os habéis sentado en una sala y lo habéis escuchado», dijo antes de que empezara la reproducción. «Puede que no dure los 47 minutos, pero lo he escuchado entero. Me voy a mear y quizá a tomarme medio vaso de vino blanco barato... ¡subid el volumen a 11!».

Producido por el propio Waters junto a Gus Seyffert, cuenta con un deslumbrante elenco de colaboradores que incluye a Joey Waronker a la batería y percusión, Jonathan Wilson a la guitarra y sintetizador, Johnny Shepherd al órgano y piano, Via Mardot al theremin, Azniv Korkejian en los coros, Gabe Noel al sarangi (un instrumento de cuerdas de origen nepalí), Jon Carin al lap steel y sintetizadores, y Robert Walter al piano.

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