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ABC Cultural

Radvanovsky: la viva definición de 'carisma'

La soprano sigue siendo impresionante, pero ahora en el escenario tiene cada vez más peso esa relación especial con los espectadores

Sondra Radvanovsky: «La ópera tiene que cambiar; está pasada de época, anticuada»

Sondra Radvanovsky, en el Liceo de Barcelona SERGI PANIZO
Pep Gorgori

Pep Gorgori

Barcelona

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Para algunos es duende; otros lo llaman magnetismo; algunos, don; para muchos es simplemente personalidad. Hay muchas maneras de referirse al carisma y difícilmente puede hallarse una definición que haga justicia a lo que nos hace sentir: «Especial capacidad de algunas personas para atraer o ... fascinar», dice la RAE. Debe tener razón, pero habiendo escuchado el recital de la soprano Sondra Radvanovsky junto al pianista Anthony Manoli en el Liceo, nos parece una frase demasiado aséptica y fría. Porque Radvanovsky atrae y fascina a sus adeptos de Barcelona, sí, pero lo de poner a todo el público —platea y cinco pisos— en pie al tercer bis es jugar en otra liga.

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