Enrique Ramil, el español que ha triunfado en Viña del Mar: de sus comienzos en una parroquia al fracaso en Operación Triunfo

Se trata de Iñaki Ramil, un gallego de 39 años que ha sido elegido como el 'Mejor Intérprete' de la edición 2024, celebrada esta misma semana. El cantante se presentó con la canción 'La última vez' y conquistó a los miles de espectadores reunidos en el recinto de La Quinta Vergara, recibiendo unas votaciones populares que le han valido el codiciado galardón.

Nacido en 1984 en Ares, un pequeño pueblo costero de La Coruña, Ramil empezó a cantar a los tres años en la parroquia local y en su familia hay varios músicos (es sobrino de quien fue pianista de Mägo de Oz durante mucho tiempo). En 2008 formó parte del talent-show 'La batalla de los coros' (en la cadena Cuatro), y en 2011, fue elegido para ser uno de los dieciséis concursantes que ingresaron en la academia de 'Operación Triunfo', sin conseguir destacar y quedando como cuarto eliminado de la edición, que por otra parte tuvo que adelantar su final por la baja audiencia.

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En 2015 se marchó a Londres, y después de un tiempo cantando en las calles, decidió quedarse un par de años en la capital inglesa hasta que consiguió participar en 'The X Factor'. A mediados de 2020 se consagró como ganador de Tierra de talento gracias a una interpretación de 'Mi soledad y yo', de Alejandro Sanz, que por cierto este año ha actuado en Viña del Mar. Ahora tiene cuatro discos publicados: 'VO' (2008), 'Juguetes Rotos' (2011), 'Thank you' (2015) y 'Ramil y una noches' (2019).

En una entrevista concedida a la agencia Efe, Ramil ha contado cómo ha sido su aventura en Viña del Mar: «De repente, los fans de Chile me decían «preséntate a Viña del Mar», y también se lo pedían a mi equipo de México. Y a mí me daba como miedo pensar que no estaba preparado y que se me viniera grande si de repente nos seleccionaban. Escribimos una canción, la enviamos y me llamaron y aquí estamos. Todavía lo estoy como gestionando emocionalmente. Me quedo con la gente, con el público. Estoy satisfecho con la respuesta porque me emocioné mucho de ver que pedían la gaviota», que es como se conoce al premio entregado por el certamen.

«El primer día de ensayos me superó porque me emocioné muchísimo por todo el proceso, ver desde que escribes una canción hasta que la ves ya con bailarines, con músicos, con el equipo, iluminación, con muchísima gente trabajando para que salga todo bien. Pero el público chileno me ha tratado siempre muy bien. Esta es la segunda vez que vengo a Chile, la primera vine para un concierto y vino muchísima gente. Es algo que yo ya sentía, el cariño del público chileno, pero ahora de repente es mucha más gente, gente que se encontró, que no me conocía de nada y tuve muy buena respuesta. Fue precioso».

Sobre el tema, que escribió con su equipo en México, donde actualmente vive, Ramil explicó que buscaba saltar los estereotipos, saltar la barrera del movimiento LGTBI+ al que pertenece, y contar una historia «que pudiera inspirar a todo el mundo, tocar los corazones y sobre todo, el mensaje de que todo es posible».

La letra, explica el artista coruñés, habla de que «si trabajas y te esfuerzas siempre hay una posibilidad de que salgan las cosas adelante. Empezamos a hablar de eso, buscando una canción que diera fuerza, que te decidiera, que te apoyara en el momento ese de decir ya esta línea ya no se cruza más. ¿A partir de hoy? Pues esto ya no va así. Me respetas, me tratas como me merezco. Hablando con Paty y con Ángela (Paty Cantú y Ángela Dávalos, las coautoras del tema), empezamos a hablar de mi adolescencia porque la canción empezó un poco por ahí y nos dimos cuenta que tampoco tenemos una vida tan diferente. Al final, casi todos los seres humanos terminamos con el mismo tipo de miedos, esa especie de necesidad de aceptación, el miedo a brillar por lo que pueda decir tu entorno de tu diferencia».

Sobre este éxito de alcance internacional, Ramil dice que está feliz y satisfecho «más allá» de haberse llevado el premio, «que es algo que tampoco era exactamente mi objetivo», asegura. «La sensación que yo tengo de la gente que me escribe, que me cuenta que la escucha, es que se sienten identificados, que sienten como que les da fuerza. Al final creo que lo más importante es llegar al mayor número de personas posible, más allá del premio. Pero es verdad que lo más importante al final es que le guste al público».