Víctor Manuel: «Los indultos le van a costar muy caros a la izquierda»

En esta gira, que arranca el día 19 en el Parador de Corias, no faltarán sus primeras canciones de finales de los 60 ('El cobarde', 'La romería', 'Paxarinos' o 'El abuelo Vítor') a otros éxitos de su carrera ('Cómo voy a olvidarme' o 'El hijo del ferroviario'), o los emblemáticos de la música popular española ('Solo pienso en ti', 'Soy un corazón tendido al sol', 'Luna', 'España camisa blanca…', 'Nada sabe tan dulce como tu boca', 'Quiero abrazarte tanto', 'Asturias', 'Planta 14', 'Ay amor'…), las últimas composiciones como 'Allá arriba al Norte' o'Digo España' también tendrán su hueco junto a otros que, como dice Víctor Manuel, «no han tenido igual fortuna».

Con un poco de suerte, algunos de sus conciertos ya serán sin mascarilla.

Sería estupendo, porque es una cosa que no soporto, lo de ver a la gente con la mascarilla ahí delante de mí. Si no hay más remedio, se hace. Pero ojalá todo esto acabe y por lo menos al aire libre ya se pueda empezar a prescindir de ella.

Con su hijo ya tiene que tener una conexión musical tremenda.

Es un tío que sabe muchísimo, y que además no te lo restriega por toda la cara (risas). A mí me viene muy bien, porque es como tener un guardián que no te deja pasar ni una. Cuando trabajas con él las cosas se tienen que hacer bien no, muy bien.

De las anécdotas que cuenta sobre el escenario, ¿hay alguna con la que se emocione especialmente?

Sí, sobre todo en los conciertos acústicos cuento muchas anécdotas, y me emociono mucho cuando cuento la historia de 'María Coraje', que es una canción muy antigua. Es una historia que le ocurrió a mi abuela, que era una auténtica María Coraje. Cuando llega esa parte, me cuesta mucho no llorar un poquitín.

También rinde homenaje a su abuelo, qué buen nieto es usted.

Soy muy familiar, y he cantado a abuelos, abuelas, padres, hijos, perros, gatos... le he cantado a todo lo que se moviera por la casa.

Y a su vez, su nieto de seis años ya ha escrito su primera canción, he oído por ahí.

¡Sí! Es un chaval monísimo... ¡bah! para qué va a hablar su abuelo de él (risas). Cuando empezó el confinamiento, su padre le dio un acorde y se marcó una letra. Son solo treinta segundos, pero resume lo que ha pasado: «El coronavirus, el coronavirus, el peor virus de mi existencia».

¿Usted es de esos artistas a los que les da miedo que su descendencia siga sus pasos?

Qué va. Eso me lo decían a mí cuando empezaba, 'no hagas eso, estudia una carrera'. Pero ahora le dices a cualquier chaval que estudie una carrera, y te responde que para qué, si luego no va a haber trabajo de lo suyo. Si te garantizaran que si estudias Derecho vas a ser abogado, y no reponedor en el supermercado... Yo nunca he tenido miedo de que mis hijos sean artistas, incluso me sorprendía cuando veía a otros cantantes decir eso de 'no quiero que mi hijo se dedique a esto'. Es una profesión maravillosa.

Que su nieto haya escrito esa canción es muy significativo de lo mucho que va a marcar la pandemia a toda una generación.

Nos va a marcar a todos, pero a la gente joven más, sí. No es lo mismo quedarse en casa siendo mayor que siendo un crío o un adolescente, que quiere salir y morder la vida. Ha sido un choque muy fuerte. A mí no me extraña nada ver que a veces se desmadran, porque a mí me habría pasado lo mismo.

¿Qué le ha parecido el comportamiento de los políticos en este momento, el peor momento de nuestra historia reciente?

Ha sido bastante penoso. Ha habido gente que ha estado más a la altura, o que por lo menos que se ha sabido callar a tiempo. Otros no han tenido ni siquiera esa prudencia, ni en los momentos en los que nadie, ni los científicos sabían exactamente qué estaba pasando. Ver a políticos intentar aparentar que sabían más que los científicos, me ha dado mucha risa.

Hace poco comentaba precisamente que a la 'nueva izquierda' le ha matado el no saber callar. Que se le ha ido la fuerza por la boca, vamos. ¿Cree que se ha peleado demasiado por cosas simbólicas, que en realidad no afectaban tanto a la vida real de la gente?

Sí. Eso pasa en general con toda la clase política. Se habla de lo que sea por el ego de aparecer en el escaparate. Pero si rascas un poquito ves que no hay nada debajo. Es como la obsesión que tienen algunos artistas por hacerse la foto diaria para colgarla en las redes. Es la misma tontería.

Miguel Ríos me dijo el otro día que el 'trumpismo' se ha instalado en España, y que eso ha afectado incluso al sentido de la palabra 'libertad'.

Sí, pero a mí no me gusta reducirlo todo al 'trumpismo', porque imbéciles los ha habido siempre. El problema es el tirón que tengan para organizar el mundo a su manera. Ahí está el peligro. Es muy curioso, yo no he sentido más vergüenza ajena que viendo a la gente manifestarse en el coche gritando 'libertad'. Me parece ridículo, y me apena. He tenido que recuperar una canción de 1972 que habla de la palabra libertad, que es 'De una sola manera se pronuncia tu nombre'. Hay dictadores que en nombre de la libertad matan a su gente, y hay gente que le da una frivolidad a la palabra, que no se la merece.

¿Yolanda e Íñigo harían mejor tándem que Pablo e Íñigo?

Yo estoy seguro de ello. Me tranquiliza mucho más Yolanda que Pablo. Es una persona más vertical, más seria. E Íñigo también.

¿Cree que los indultos le van a costar caros a la izquierda?

Sí, eso seguro, le van a costar muy caros. Pero algo hay que hacer. Hay quien dirá que eso es entregarse en manos del separatismo, pero creo que hay algo más detrás. Si hay una situación de bloqueo, ese es el camino para desbloquearla. Hay que hablar, poner las ideas encima de la mesa. Eso es hacer política.

¿Le ve sentido a vacunar a la selección de fútbol?

Mi hija me dijo el otro día que está hasta los cojones de la selección, porque está en el teatro a diario con la mascarilla, y no la vacunan. Es cierto que hay trabajos con gran responsabilidad social, y no pasa por la cabeza que no les vacune. Si lo hubiesen hecho hace tiempo, quizá merecería la pena. Pero ahora, estamos dando un poco de vergüenza ajena, haciendo política casi viendo qué hacer en función de lo que piense la gente en los bares. En la política actual está muy de moda pasarle el papelón a la gente. ¡No! ¡Decide tú, que para eso cobras!

Están reeditando sus discos de los setenta, ¿habrá materiales inéditos?

No, es más bien una operación de rescate de discos que estaban fuera de circulación, descatalogados, de la época de Polygram. Fue una etapa muy irregular, porque en los setenta saqué discos de mucho éxito, sobre todo al principio de la década, pero también otros que fueron un verdadero fracaso, en los que hay canciones estimables, pero también otras muy fallidas.

Se dice que le mejor década de la música española es esa, la de los setenta. ¿Está de acuerdo?

Sí, pero a nivel mundial. En los setenta se hacían discos con doce canciones buenas. Luego eso cambió y se empezaron a hacer discos que tenían una o dos canciones de enganche, y después el resto no era tan bueno. Nunca se ha hecho tan buena música como en los setenta, también porque entonces los medios eran más permeables. Se podía hacer una radiofórmula poniendo a Paco de Lucía.