Vetusta Morla: «Cuando estás de gira tienes que buscar hueco para tu intimidad a codazos»

El grupo gallego, amiguete de los de Tres Cantos, es uno de los muchos que aparecen fugazmente en «Memoria Instantánea» , un «almanaque visual» que documenta los momentos menos grandilocuentes y más íntimos de la gira «La Deriva» , que duró desde febrero de 2014 a diciembre de 2015. Dos años presentando su último disco por una decena de países han llenado de experiencias este grueso volumen firmado por Álvaro, «el Indio», Juanma, Guille, Jorge y Pucho (que fue quien hizo todas las instantáneas), los seis miembros de ese cometa del pop independiente llamado Vetusta Morla. Los tres primeros son los que reciben a ABC en un hotel de la capital para presentar su debut en el mundo del libro.

-En el libro hay textos inspirados en fotos, y viceversa.

-(Juanma) Sí, a veces Pucho hacía una foto y a partir de ella uno de nosotros escribía un texto, y otras veces escribíamos primero y le hacíamos el encarguito a Pucho. El proyecto en realidad estaba del todo pergeñado en febrero de 2015, con la gira ya muy empezada, pero teníamos mucho material acumulado, que fue en realidad lo que activó la idea. Teníamos una amiga en la editorial Planeta y decidimos lanzarnos, sin agenda pero con la idea de sacarlo adelante. De ese material acumulado de fotos y textos ya habíamos publicado algo en las redes sociales, pero siempre nos quedaba la sensación de que se quedaba en algo muy volátil, que desaparecía enseguida entre capas y capas de información. Y nos hizo gracia la idea de convertir algo que parece tan efímero, incluso banal, en un libro, que es la encarnación de la trascendencia cultural.

-(Álvaro) Sí, sí, de alguna manera «Memoria Instantánea va por ahí. Cuando estás de gira todo es como demasiado épico, todo parecen grandes aventuras. Pero luego llegan esos momentos más personales, en los que casi tienes que buscar tu hueco a codazos. Y en esos momentos muchas veces escribes lo que te pasa, lo que sientes. Esto lo veníamos haciendo desde hace mucho, porque de alguna manera necesitamos buscar ese hueco para uno mismo, en el que no todo sea tan explosivo ni pase tan rápido, en el que te dé tiempo a mimar lo que has vivido. Porque si no, no te das ni cuenta de que lo has vivido. Por eso hemos querido agarrarnos a esos instantes de memoria fugaces con este libro.

-Cuando ya estaba en marcha el proyecto y seguían de gira, ¿les condicionó de algún modo? Quizá empezaron a prestar incluso más atención a cada detalle de lo que les ocurría en la carretera.

-(Juanma) Pues mira, al principio a mí sí, bastante. Me entró un poco la obsesión de estar alerta, pendiente de lo que pasaba. Cuando te puede la ansiedad de querer capturar el momento, no lo haces bien. Pierdes la perspectiva. Con las fotos sí que ocurrió, claro. Estábamos todo el rato diciéndole a Pucho: “¡Hazle una foto a esto, esto tiene que salir!, ¡jaja!

-¿El porcentaje de textos está repartido equitativamente?

-(Indio) No, unos han escrito más que otros. Algunos tienen más facilidad, y otros tenemos menos. Cada uno ha participado como ha querido y podido. Aunque yo tengo que decir que no solía escribir mucho, y me ha gustado la experiencia. Me han dados ganas de ponerme a escribir un poco más, aunque sean sólo mis pensamientos, y lo escriba sólo para mí. Es un buen ejercicio verbalizar sobre el papel algunas cosas que te revolotean la cabeza.

-Se le ha abierto una puerta muy interesante.

-(Indio) La verdad es que sí.

-(Álvaro) Sí, y luego está la necesidad que tenemos los artistas de comunicar, porque ¿de dónde surge si no el arte? De querer compartir lo que sientes. Si no tienes necesidad de escribir, a lo mejor es que no tienes necesidad de compartir nada de lo que sientes. El artista tiene esa necesidad de los demás, casi como un defecto.

-(Indio) Me parece interesante lo que dices, pero también es cierto que cuando eres pequeño todo el mundo tiene una parte artística que desarrolla más o menos. Dibujo, música, baile, lo que sea. Pero puede que por las razones externas que sean, no llegues a ese nivel de desarrollo de tu parte artística en la que necesites compartir.

-(Álvaro) Yo estoy seguro de que Bob Dylan con 16 años se moría por compartir sus canciones con la gente.

-(Indio) ¿Pero tú crees que él hacía esas canciones para ver cómo reaccionaba la gente, o porque necesitaba escribirlas?

-(Álvaro) Sobre todo para ver cómo reaccionaba la gente.

-(Indio) Ahí hay una parte de ego de artista.

-Puede que la necesidad de compartir lo que escribes sea una consecuencia inevitable de estar mucho tiempo escribiendo para uno mismo.

-(Álvaro) Sí, quizá lo que diferencie al artista es que lo hace de una forma bella. Pero al final, todos queremos compartir.

-De hecho, vivimos en la era del «compartir», del «like»...

-(Juanma) Cierto, ¡jaja! De todas formas, de nosotros, sólo es activo en redes sociales Guille. Otros tres sí tenemos perfiles, pero apenas los usamos.

-En parte, el libro desmitifica la imagen glamourosa de las giras, ¿eso estaba premeditado?

-(Juanma) Sí, hay un poco de eso también. Pero no es desmitificar por deporte, por llevar la contraria, sobre todo queríamos ofrecer el lado menos glamouroso porque es el más desconocido, y por eso lo entendíamos como más interesante. Es el lado que se suele obviar en el mundo del rock’n’roll, porque no favorece esa visión heroica. Nosotros queríamos que la gente viera nuestra gira como algo real, que pudiera sumergirse en ella como algo propio, que se identificara con la pasión del viaje, de la emoción de conocer gente nueva, sitios nuevos, vivir cosas nuevas.

-¿Le han mostrado el libro a colegas de profesión?

-(Juanma) Pues no, y fíjate que llegamos a tener la idea de proponerles a varios grupos de amigos que nos pasaran sus “Memorias Instantáneas” para incluirlo en el proyecto. Tuvimos la idea de que «Memoria Instantánea» no fuera un libro sino un formato «work in progress», un híbrido entre la red social y lo analógico. Pero las ediciones impresas llevan tanto trabajo… Lo que sí vamos a hacer es un mapa GPS interactivo que la gente podrá usar con Google maps en su teléfono, para geolocalizar todos los lugares donde sea han tomado las fotos del libro, con información adicional, música relacionada…

-Lo de las juergas nocturnas estando de gira, ¿lo tienen muy controlado? Hay bandas que llegan a imponerse reglas…

-(Juanma) No, nosotros no. Cada uno sabe dónde están sus límites, hasta dónde puede o debe llegar una noche… Es importante saber medir eso. Y claro, cuando estás en un sitio nuevo, es muy difícil contenerse.

-En el libro también hay bastante espacio para el humor. Está muy bien el «decálogo del buen vetusta», por aquello de reírse de uno mismo.

-(Juanma) En el libro no paramos de reírnos de nosotros mismos, de nuestros tics, de nuestras manías. Algunos músicos nos han dicho que les pasan las mismas cosas, como por ejemplo, cuando la furgoneta de gira hace una parada en una gasolinera, y por aburrimiento te bajas a mirar todos los estantes, las revistas, las golosinas y demás, y luego das media vuelta como un zombie. No sé, tonterías de esas.

-(Álvaro) Hemos llenado el libro de tonterías.

-(Juanma) Es que así es como queríamos expresar la idea de fondo. Los momentos importantes de nuestras vidas están entrelazados, o incluso construidos sobre momentos irrelevantes, muy banales. Y en nuestro caso, poner de relieve esos momentos, y relacionarlos entre sí, era la forma de darle valor a las experiencias obviadas, las pequeñas intrahistorias, que en realidad impregnan el sentido de la experiencia completa.

-Han hecho una selección musical recomendando canciones concretas para escuchar acompañando a cada texto.

-(Indio) Algunas tienen que ver con el texto, otras son canciones que han sonado durante la gira, otras que son gustos personales, hay un poco de todo.

-(Juanma) Son nuestras recomendaciones para acompañar la lectura.