El Sónar se encomienda a New Order y Lana del Rey en su XIX edición
El festival, que se celebra en Barcelona del 14 al 16 de julio, espera recibir cerca de 80.000 asistentes
DAVID MORÁN
Acaba de rematar un ajetreado periplo internacional que le ha llevado a plantar bandera de Ciudad del Cabo, Tokio y Sao Paulo, y el Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia, Sónar 2012, ya se prepara para hacer cima en Barcelona y convertir ... la capital catalana en el epicentro de los sonidos electrónicos y las músicas de penúltima generación. Una máxima que el festival ha defendido a capa y espada durante sus casi 20 años de vida —este año celebra la XIX edición— y que se traduce en esta ocasión en una programación rica en proteínas sintéticas, avanzadísimos prodigios y leyendas con sustancia.
Esta última categoría la encabezan los británicos New Order, acaso los únicos históricos del pop electrónico que se le habían resistido al Sónar y que, quizá por aquello de compensar, actuarán por partida doble: el jueves en un concierto inaugural para invitados y acreditados y el sábado, con el festival funcionando ya a pleno pulmón, para todo el público. En ninguno de los dos pases, sin embargo, estará Peter Hook, bajista de la banda nacida de las cenizas de Joy Division al que Bernard Summer expulsó hace un par de años.
Un mal mayor que, sin embargo, no evitará que los de Manchester vuelvan a sacarse de la chistera viejos himnos como «Blue Monday», «Bizarre Love Triangle», «Temptation» o «True Faith». A su lado, los estadounidenses The Roots, acaso la mejor banda de hip hop del planeta y formación residente del programa de Jimmy Fallon, ocuparán las posiciones de honor de una cita que también ha conseguido captar la primera actuación en España de Elizabeth Grant, la artista-icono también conocida como Lana Del Rey. La neoyorquina, uno de los nombres que más expectación ha despertado en los últimos meses, presentará en Barcelona las melodías dopadas y sonámbulas de «Born To Die», álbum que ha terminado por convertirla en uno de los emblemas pop del momento.
Ventanas al pop
No acaban ahí, sin embargo, los reclamos de un festival que vuelve a contar con sospechosos habituales como Richie Hawtin, Laurent Garnier y Fatboy Slim, brinda insólitas colaboraciones como la del bajista de Led Zeppelin, John Paul Jones, con Supersilent, abre las puertas de los nuevos sonidos urbanos de la mano de Untold, Cooly G., Die Antwoord y Squarepusher y se adentra en los nuevos senderos del pop electrónico junto a Hot Chip, Friendly Fires o Whent Saints Go Machine.
Consolidad como cita electrónica de referencia en el panorama internacional, el festival sigue creciendo y, por más que espera estabilizarse en esos 80.000 asistentes que se vienen repitiedo desde hace unas cuantas ediciones, sí que ha incrementado la actividad del SonarPro, espacio dedicado a los profesionales del sector en el que este año participarán unas 900 empresas y 2.500 profesionales y que se ha propuesto interesarse y debatir sobre el i mpacto de la tecnología en todso los procesos de la creación.
Durante la presentación de esta edición, para la que el festival maneja un presupuesto de algo más de 4 millones de euros, tanto el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, como el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, subrayaron la importancia del Sónar para la ciudad y para la proyección de la cultura catalana. "Es un magnífico ejemplo de cómo se han de hacer las cosas", aseguró Mascarell.
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