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Santiago Auserón: «Los medios y la industria solo reflejan la música más tonta e inútil»

El ex cantante de Radio Futura presentó su libro «El ritmo perdido», que investiga sobre la influencia en España de las raíces sonoras africanas a través de los siglos

Santiago Auserón: «Los medios y la industria solo reflejan la música más tonta e inútil» efe

pablo martínez pita

Resulta poco habitual escuchar las reflexiones de un rockero en un entorno como el salón de lectura de una librería (en este caso La Central , de Madrid), y menos al lado de la sección de filosofía. Pero es que se trata de Santiago Auserón ... , el cantante de Radio Futura , después camuflado tras el alias de Juan Perro ; pero también el primero que viajó a Cuba (antes que Ry Cooder y su Buena Vista Social Club ) para grabar a una generación de músicos que estaba cayendo en el olvido; el autor de artículos, ensayos y conferencias sobre nuestra «huella sonora», y el mismo que fue distinguido con el P remio Nacional de Músicas Actuales del Ministerio de Cultura en 2011.

«¿Por qué mi generación recibió con esa intensidad músicas

que no entendíamos»

Lo que, por lo general, lleva hacia una indagación en torno al y sus derivados, en su caso tomó otro camino inédito: «Había en mí interrogantes a los que no había encontrado respuestas suficientemente claras. Por ejemplo, ¿por qué recibimos con esa intensidad y ese anhelo una música que no entendíamos, y que tenía tan poco que ver con la manera de expresarse, de bailar y de moverse, con la gestualidad relacionada con la canción popular en castellano? ¿Por qué esa necesidad de expatriarse, de convertirnos, toda una generación, en parias en lo musical? ¿Era una mera respuesta al poderío mediático de la industria o de la electricidad? Siempre tuve la sospecha de que había una predisposición anímica , y al investigar he podido comprobar que era una especie de trama inconsciente, pero real, que se había estado gestando durante siglos».

A medida que fue ahondando en las influencias orientales y árabes , en la presencia de esclavos negros en la península, en los ritmos traídos por diferentes culturas y borrados de nuestra historia -por la expulsión de los judíos o de los moriscos , por ejemplo-, en la métrica de los versos en la literatura del Siglo de Oro ... reconoce que ya no podía parar: «Todas estas cuestiones son tan palpitantes y apasionantes, que no me han permitido hacer un librito de cien páginas de un cantante moderno carrocilla ya, y me han llevado durante dos años a aprovechar todo el tiempo libre y una parte del tiempo del insomnio».

Se enorgullece de que ha realizado un trabajo que es complicado desarrollar en nuestro país, «porque nuestras cátedras en las distintas disciplinas se comportan como si fueran reinos de taifas que no tienen a bien el intercambiar sus conocimientos con facilidad».

«A mí las patrias, las banderas, las luchas por los orígenes y todo eso me pone enfermo»

Sin embargo, él anima a los jóvenes a proseguir con su labor: «Quiero hacer una llamada a los jóvenes estudiantes a profundizar. Si no tenéis todavía tema para las tesis doctorales, animáos, porque aquí hay varios asuntos, en el terreno musicológico , en el de la literatura, en el sociológico , en el de la historiografía , también en el de la antropología cultural . Aquí hay tema para aportar a las ciencias del hombre del siglo XXI, teoría especificamente íbera o de las Españas, o del nombre que nos apetezca ponerle, cuando empecemos a tenerlo claro. Los nombres importan poco, lo que importan es la sustancia de los hechos, y la sustancia de los hechos es que formamos una red interétnica desde hace muchos siglos».

Porque, a pesar de hacer patentes esas raíces africanas en España , bastante anteriores a su desembarco -y posteriores influencias de ida y vuelta- en C uba, Brasil o Estados Unidos , nada más lejos de su intención que darle un sesgo reivindicativo: «A mí las patrias, las banderas, las luchas por los orígenes y todo esto me pone enfermo, directamente. Pero no es un tema para hablar en una rueda de prensa. A mí lo que me vincula con mi tierra son los hechos perdurables, la lengua, los ritmos, la sensibilidad a la luz y a los aromas y a los buenos alimentos, al vino y a las cerezas de tu tierra. No es un tema de patriotismo cultural. Para mí se trata de mejorar la investigación de la trama, la pesquisa».

«Lo que me vincula con mi tierra son los hechos perdurables, como la lengua o los ritmos»

Por último, como estudioso y practicante de la materia, se le preguntó su opinión sobre la música popular moderna : «El mundo es muy vasto, y están pasando muchas cosas, pero predomina una tendencia en la industria cultura l y los medios de comunicación a no ver más que lo que produce rendimientos más rápidos y fáciles,. Entonces solo se refleja la música más tonta e inútil , y deja escapar a las que tienen más sustancia, más emoción, más vibración, y más posibilidades de durar; y que además van a durar, de todos modos, aunque los medios no lo quieran favorecer».

Eso sí, terminó con una ironía. «Ojalá os tienten estas pesquisas sobre los estratos de la memoria. Sería muy divertido que entre todos intentáramos pasarlo a los chavales, si acaso se les estropea el móvil un rato, o se les bloquea, que admitan charlar un poco sobre estos temas».

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