Problemas de sonido y retirada de Marcelo Álvarez en el Teatro Real

Una noche «accidentada» es la que tuvo ayer el Teatro Real a tenor de los comentarios de algunos de los espectadores al salir de la representación de «Andrea Chénier». La noche comenzó como cualquier otra, hasta que, 15 minutos después de levantarse el telón, empezaron ... a escucharse algunos abucheos y protestas que procedían de los pisos superiores. Parte del público acusaba a los intérpretes, en ese momento en escena, de cantar con amplificación. Mientras tanto, en el patio de butacas y sobre el escenario, nadie entendía el porqué de esas increpaciones. Fiorenza Cedolins, en el papel de Maddalena de Coigny, intentó mantener el tipo y continuó cantando pero la subida del tono de las quejas lo hizo imposible, y el director musical, Víctor Pablo Pérez, decidió parar la representación, que ayer, precisamente, estaba siendo retransmitida en directo por Radio Clásica. Cedolins intentó calmar al público y le pidió permiso para proseguir, mientras el maestro, desde el foso, se negaba a continuar. Ante esta disyuntiva, y tras varios minutos, cayó el telón. Fue entonces cuando el director artístico del Real, Antonio Moral, salió para explicar que existía un problema de sonido que estaban intentando solucionar. A continuación la función comenzó desde el principio. Al parecer, y según explicó más tarde un portavoz del teatro a ABC, el problema fue la desconfiguración de una mesa de sonido que transmite la música al foyer para que puedan seguir la representación aquellas personas que llegan tarde. Un cortocircuito en la mesa provocó que éste se desviara y se introdujera por los altavoces situados la parte superior del interior de la sala, provocando la sensación de que había amplificación en el escenario.