El laberinto de Justin Bieber

El canadiense publica este martes 'Under the mistletoe', un álbum concebido para hacer saltar la banca de cara a las próximas navidades. Con más de 36 millones de seguidores en Facebook y más de 13 millones de fans en Twitter, Island Records, su discográfica, da por hecho que la magia del chico obrará a las mil maravillas cuando padres y madres preparen los regalos para sus hijos. Con ese objetivo entró Bieber en el estudio de grabación, dando forma a los quince temas de que consta la edición de lujo de este disco, que se reducen a doce en el caso de la normal.

El artista repite así una fórmula que ya le reportó pingües beneficios cuando lanzó su anterior trabajo, 'My World 2.0', un álbum editado en 2010 con el que completaba el éxito cosechado por 'My World', el EP con el que había llamado la atención unos meses antes. Hasta tres versiones distintas saldrían a la venta de ese fulgurante debut entre recopilatorios y remixes: 'My worlds: the collection', 'My worlds acoustic' y 'Never say never: the remixes'.

Este último nació a partir del documental 'Justin Bieber: Never say never', que logró recaudar más de doce millones de dólares el día en que llegó a las salas cinematográficas de Estados Unidos. Una cinta que recogía imágenes de los conciertos ofrecidos por el canadiense a lo largo de 2010 y que venía a constatar las titánicas dimensiones adquiridas por su figura en un tiempo récord.

Para armar 'Under the mistletoe', Justin Bieber ha vuelto a ponerse en manos de Usher, el músico de Tennesse que dio su mayor 'pelotazo' el día en que Scooter Braun, un ejecutivo discográfico, le habló de un prometedor joven al que había descubierto gracias a los vídeos que la madre del chico había subido a YouTube y al que ficharon para Raymond Braun Media Group, la empresa que se encargó de negociar un suculento contrato con Island Records. Desde entonces, Braun oficia como manager de Bieber y Usher vigila cada uno de sus movimientos. Las voces de ambos resuenan en 'The Christmas Song (Chestnuts Roastling on an Open Fire)', uno de los temas que integran el álbum.

Pero la de Usher no es la única colaboración destacada que figura en 'Under the mistletoe'. También sobresale la de toda una especialista a la hora de ambientar musicalmente las navidades como es Mariah Carey. La neoyorquina no ha tenido reparos en prestarle a Justin Bieber su 'All I Want for Christmas Is You', una canción que triunfó a mediados de los noventa y que ahora interpretan a dúo estas dos estrellas. Aparecen asimismo los Boyz II Men, la banda de Filadelfia que lleva vendidas más de 60 millones de copias de sus trabajos y que contribuye con las melódicas voces de sus integrantes a 'Fa La La '.

'Drummer boy', interpretada a dúo con el rapero Busta Rhymes, o 'Home this Christmas', junto a The Band Perry, un trío de música country procedente de Mobile (Alabama), son otros de los temas que integran el nuevo álbum de Justin Bieber, el cual viene acompañado, para sus más enfervorizados fans, de un CD con tres canciones extras y 25 minutos de imágenes inéditas del cantante, así como un videoclip de 'Pray', otro de los cortes.

La llegada a las tiendas de 'Under the mistletoe' representa un nuevo paso en la carrera de Justin Bieber, una figura cuya trascendencia no habría sido posible sin las redes sociales. Descubierto gracias a YouTube, es en Facebook y en Twitter donde el 'fenómeno Bieber' se ha consolidado. En cierta ocasión, un ejecutivo de Twitter llegó a comentar que el canadiense generaba el 3% del tráfico registrado por la red social. Rara es la semana en la que algún tema relacionado con él no se convierte en 'trending topic'.

Y cuando no lo consigue, ahí esta su novia. Pues si algo le faltaba a Bieber para monopolizar los medios dirigidos al público adolescente era salir con una de las estrellas surgidas de 'Disney Channel'. Desde hace meses, mantiene una relación con Selena Gomez, protagonista de 'Los magos de Waverley Place' y superventas también en esto de la música gracias a discos como 'When the sun goes down'. Pocas parejas generan tanta atención como la formada por estas dos celebridades, con constantes mensajes de amor cruzados en la Red al tiempo que las páginas de cotilleos hacen circular rumores sobre presuntas infidelidades. Ninguna confirmada, al margen del beso que Bieber da a una actriz en el videoclip de 'Mistletoe'. Pero eso son cosas del oficio.

De lo que sí hay más pruebas es de que los estragos de la fama comienzan a hacerle mella a Justin Bieber. Sonada fue su aparición a comienzos de abril en Madrid, cuando un grupo de fotógrafos le recibió con gritos de "payaso" al aparecer tarde en el 'photocall' organizado con motivo de la presentación de 'Justin Bieber: Never say never'. Él respondió pasando de largo y dando una seca rueda de prensa enfundado en una capucha con la que desafiaba a los encolerizados periodistas. También levantó polvareda su paso por Israel, donde casi atropella con su motocicleta a un 'paparazzi'. El cantante reaccionó afirmando que lo único que trataba era de huir del acoso al que le sometía la prensa.

Pero con Bieber llueve sobre mojado. Muchos son los que aguardan su caída y le auguran una carrera tan meteórica como efímera. De cómo tenga amueblada la cabeza dependerá que el gran fenómeno de Internet no quede atrapado en el laberinto construido alrededor de su extraordinario éxito.