Lo mejor de Haydn, con ABC
Mañana, con su ejemplar del diario, las obras maestras del compositor austriaco, entre ellas «La creación», por tan sólo 9,95 euros más
PILAR TOMÁS GONZÁLEZ
En esta nueva entrega de ABC en su colección discográfica de Deutsche Grammophon, encontramos una selección de «obras maestras» de Joseph Haydn. Por un lado, tres sinfonías que pertenecen a una época ya madura del compositor y que, además, tienen en común ... una tonalidad brillante, impetuosa, feliz e incluso heroica: sol mayor. De otro, una selección de piezas de uno de sus oratorios, «La Creación», que es, sin ninguna duda, una obra cumbre en la historia de la música.
Entre la composición de la sinfonía nº 88 (probablemente de 1787) y la 94, «Sorpresa», sólo habrían transcurrido tres o cuatro años, si bien esta última fue estrenada en Londres. Es importante reseñar la estructura modélica en cuanto a la forma de la Sinfonía nº 92, Oxford: sobre todo el primer movimiento se organiza como forma sonata de una manera genial y perfecta. La Sinfonía 88 fue publicada en París por encargo que hizo el propio Haydn al violinista Tost (de la orquesta de Esteráis), que se trasladó a esa ciudad. También la número 92 surgió de un encargo parisino. La sinfonía nº 94 fue compuesta, sin embargo, durante la estancia del compositor en Londres entre 1791 y 1795, donde fue estrenada.
Visión personal de la Biblia
En cuanto a «La Creación», nos encontramos frente a un magnífico oratorio compuesto al final de la vida de Haydn. No sé si realmente se trata de un oratorio, formalmente hablando, o más bien de una visión teatral y personalizada de una lectura bíblica. Quizá ese personalismo y una cierta visión de futuro llevó al compositor a una cierta tranquilidad en su creación, inhabitual en la manera de trabajar de Haydn. La obra consta de tres partes: la creación de los elementos, de los animales y del hombre. Los solistas personifican a los arcángeles como fieles narradores o testigos de la Creación. Es curioso que la publicación de la partitura (1800) incluyera los textos en inglés y en alemán. Y lo es, sobre todo, porque en ese momento histórico Europa estaba sumergida en una profunda división que desembocaría inmediatamente en una guerra. Asimismo, es alentador que la partitura fuera igualmente aplaudida y celebrada por católicos y protestantes.
Las versiones que aquí se plantean pertenecen a lo que podríamos considerar una visión «moderna» de las obras. Visión moderna en cuanto a la utilización, paradójicamente, de instrumentos y orquestas tradicionales. Estamos hablando de orquestas de gran categoría como la Filarmónica de Viena o la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera. Queda fuera de toda duda la calidad de ambas orquestas si bien el color y la densidad de ambas son más apropiadas para repertorios posteriores.En todo caso, estamos hablando de grabaciones que podríamos considerar históricas ante las aportaciones que se han hecho en el último cuarto del siglo XX desde un punto de vista más musicológico o historicista.
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