Música

Fernando Alfaro, Carlos Sadness y Belako, los discos de la semana para los críticos de ABC

Repasamos los álbumes más llamativos que se publican este viernes 23 de febrero

Fernando Alfaro ABC

NACHO SERRANO y DAVID MORÁN

Fernando Alfaro, Carlos Sadness y Belako, los discos de la semana para los críticos de ABC

1

Carlos Sadness «Diferentes tipos de luz»

Muy alejado ya de su condición de cantante de rap (que no rapero), Carlos Sadness entrega un nuevo disco que combina ambientación de sintes espaciales con arreglos de cuerda caribeños sobre ritmos de arrebatado «indie» de baile («Hale Bopp», «Volcanes dormidos»), pop semiacústico playero y buenrollista («Sebastian Bach», «Semitransparente») e incluso reguetón («Física moderna»). Una mezcla atrevida que ha sido muy bien homogeneizada a nivel sonoro y en la que Carlos pone sobre la mesa registros suficientes como para parecerse a C. Tangana («Longitud de onda») o a Maldita Nerea («Te quiero un poco»), revelando, qué cosas, que quizá no sean tan distintos.

«Diferentes tipos de luz» goza de casi todos los elementos necesarios para llevarse un buen pellizco de streaming. Es de escucha agradable, pegadiza, con matices interesantes de producción y contiene hermosos hallazgos como «Silencio antiguo». Pero es tan inofensiva a nivel musical y lírico que el artista de Barcelona se retrata como un habitante de un mundo de arcoiris al que nos quiere arrastrar para salvarnos del delirio colectivo. Por momentos puede apetecer, pero Sadness hace que parezca que es lo único que nos queda.

6 / 10

NACHO SERRANO

2

Belako «Render me numb, trivial violence»

Después de un segundo disco recibido con aplauso unánime en la escena independiente, los vascos Belako confirman la solidez de su propuesta con un tercer largo imponente en fondo y forma que transmite un nuevo gran salto de profesionalidad a nivel sonoro y estético.

El estilo sigue siendo el mismo: rock noventero y shoegazer embadurnado en electrónica y cantado en inglés, con algunas gotitas de lisergia. Pero en «Render me numb, trivial violence» hay menos aire entre los instrumentos y la pegada es más compacta y dura , generando una atmósfera algo menos asfixiante que encaja con el crecimiento natural de unos músicos a los que sin duda espera un público más amplio en el futuro. Porque, y esto es lo importante, aquí hay catorce composiciones que no son sólo buenas. También dibujan un universo propio e independiente de sus influencias evidentes que, con la edad que tienen estos chavales, resulta abracadabrante.

7,5 / 10

NACHO SERRANO

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