Los trabajadores del Liceu invocan con un concierto «el alma del teatro»

“Se trata de un homenaje al público, a los abonados, a los mecenas”, apunta el violinista y miembro del Comité de Empresa del Liceu, Charles Courant, quien destaca “el apoyo incondicional recibido en estas semanas por parte de artistas, colegas y de público en general”, además de aclarar que esta velada en origen pretendía ser gratuita, “pero por los costes de traslado y alojamiento de los invitados de fuera de Barcelona hemos tenido que cobrar entrada: 15 euros como precio único”.

La idea se mantuvo una vez cancelado el ERE; incluso ese mismo 22 de abril el Liceu había programado un concierto de los cuerpos estables, pero al final se optó por este proyecto nacido del colectivo de trabajadores y en el que la dirección artística del coliseo no ha tenido nada que ver. De hecho, coro y orquesta se preparan para este concierto haciendo horas extras, fuera del horario laboral.

Michael Boder, subrayando la necesidad de un cambio en la dirección del Liceu, apunta que “lo fundamental es la comunicación interna: es la única manera de motivar a los artistas de la casa. Necesitamos un director que se comunique, además de nuevo modelo de teatro, pero al mando de un profesional que realice proyectos, no que los obstruya. Un director general debe estar para hacer cosas, no para dejar de hacerlas”.

Courant además ha leído un comunicado del comité en que incidía en estas mismas ideas al afirmar que “el Liceu está en crisis y al día de hoy está huérfano de un proyecto interno sólido y de su viabilidad. Huérfano de una dirección solvente, incapacitada para afrontar, con inteligencia, sensibilidad, imaginación y sentido colectivo, la tarea de mantener intacta la casi bicentenaria continuidad histórica de esta institución. El actual modelo está caduco y es un lastre. Queremos una gestión profesional y participar en los órganos de gobierno”.

En previsión de una posible respuesta masiva al concierto, se están buscando patrocinios para poner, por ejemplo, alguna pantalla gigante en algún punto de la ciudad para abrir el concierto a toda la ciudadanía.

Por otra parte, Manuel Martínez, presidente del comité de empresa del Liceu, explica que, al contrario de lo que se había anunciado, a día de hoy no se está negociando ningún marco laboral para el futuro. “Se suponía que a partir del 1 de marzo se presentaría un calendario para estas negociaciones, pero de eso nada. Ha habido un par de mini reuniones, pero no se ha concluido nada, ni proyecto de modelo, ni nada. No nos han pasado documentación, no hay un calendario para estudiar el nuevo marco laboral, no se nos pasa información... Estamos en el mismo punto de hace un mes. Lo peor es que se han seguido realizando algunos despidos improcedentes al encontrarnos en un período de negociaciones”. El 15 de mayo culmina el plazo para negociar el marco laboral que regirá los destinos del Liceu del futuro.