FIB 2014
Dos décadas en las orillas de la música
Benicásim acoge a miles de jóvenes de todo el mundo. Tienen por delante cuatro intensos días de música, sol y playa
m. moreira
Nuevo director, cuentas saneadas y una cuota de público. El Festival Internacional de Benicásim ( FIB para los amigos) arranca hoy su vigésima edición con la vocación de conservar su posición decana en el panorama de festivales español.
Se esperan unas 32.000 personas al ... día. En 1995, la media fue de 6.000El aniversario viene acompañado de un cartel elástico, tanto por el amplio espectro de subgéneros que acoge como por su capacidad para maridar la oferta comercial con la independiente. El programa depara algunas sorpresas –como la primera actuación en España de The Libertines tras su reciente reunión–; hace sus habituales guiños al público británico –con la inclusión de artistas todavía poco conocidos en nuestro país, como Paolo Nutini–, y continúa reservando un espacio a veteranos como Paul Weller. Asimismo, entre los principales reclamos de este año destacan dos mujeres: la excéntrica diva del hip hop electrónico M.I.A. –que debuta en el FIB–, y la escurridiza Lily Allen , que ya ha cancelado en dos ocasiones su visita al encuentro castellonense.
Se aprecia en términos generales un esfuerzo por mantener la capacidad de convocatoria del festival, aunque se echan de menos los nombres inconmensurables que antaño hollaban la cima del cartel. Donde antes encontrábamos a Lou Reed , Brian Wilson o Leonard Cohen , hoy encontramos bandas reiterativas y de consumo rápido como Kasabian o The Klaxons.
Pero no todo es efectismo. El público también podrá disfrutar de géneros prósperos y menos manidos, como la neo-psicodelia (Of Montreal, Tame Impala), así como de algunas de las bandas más interesantes de la escena independiente nacional (Juventud Juché, Jero Romero , El Último Vecino).
Mucho han cambiado las cosas desde aquella primera edición de 1995, cuando el FIB era todavía un modesto encuentro con 6.000 personas de aforo. Bajo el auspicio de los hermanos Miguel y José Luis Morán , el festival se convirtió en una referencia internacional. Su gusto eminentemente anglosajón y la ventaja comparativa del sol y la playa explican el vuelco radical operado en el perfil del público asistente, integrado en más de un 60% por jóvenes británicos.
Con la venta del 100% de las acciones al irlandés Vince Power en 2009 y la posterior salida a bolsa de la empresa, la empresa gestora del FIB pasó en apenas tres años de la prosperidad al concurso de acreedores. Tampoco facilitaron las cosas la pérdida de su principal sponsor (Heineken) en 2010 ni el inevitable zarpazo de la crisis. Sin embargo, el rescate in extremis por parte de dos importantes inversores y la llegada a la gerencia del promotor británico Melvin Benn ha dado nuevos bríos al encuentro de Benicásim, que este año espera congregar a 128.000 personas.
Ecologista, proeuropeo y comprometido políticamente con la izquierda desde su juventud, Melvin Benn es a sus 59 años uno de los hombres de negocios más poderosos e influyentes del mundo de la música en vivo y grandes eventos. A través de su empresa Festival Republic dirige algunos de los festivales más importantes de Europa y vende más de 400.000 entradas al año. Con él, ya todos respiran. Es una especie de «señor lobo» de los festivales. Si levantó al Reading y sacó de la ruina al Glastonbury, ¿qué no podrá hacer por el FIB?
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