David Bisbal: «La música te hace olvidar las tonterías»

Con más de sesenta premios otorgados por la industria musical a lo largo de su carrera, ha realizado duetos con las grandes estrellas del pop, ha actuado en los más ilustres escenarios.... y su quinto disco, «Tú y yo» , ha vuelto a reeditar la costumbre del éxito.

Su gira de presentación ya está en España, tras su paso por Iberoamérica , y, como no podía ser de otra manera, su periplo comenzó en su tierra: «Siempre tengo muy presente a Almería. Fue bonito empezar de esta manera, porque, claro, allí estuvo la familia y mis amigos, coreando mis canciones, dándome la energía que necesito para afrontar todo el resto de la gira. Porque llegas con esos nervios por la responsabilidad de presentarte ante tu propio país. Siempre me ha dado suerte empezar en Almería. Y cuando no empiezo los conciertos, los termino allí».

−Se le reprocha a nuestra selección de fútbol la falta de ambición al haberlo ganado ya todo. ¿Cómo mantiene Bisbal ese hambre de triunfo?

−La ilusión se mantiene siempre, y de hecho crece cada vez más. Porque cada cierto tiempo tienes la oportunidad de presentar un proyecto, y siempre he tratado de que se diferenciaran mucho con respecto al anterior. Los primeros fueron muy latinos, muy tropicales, y de repente hubo un cambio radical con «Premonición», inclinándome más hacia el pop y hacia el rock. Después estuve en un proyecto totalmente diferente, acústico , que me permitió disfrutar de algunos de los mejores teatros del mundo, y ahora de nuevo he vuelto con un nuevo disco de estudio, y ha pasado una temporada generosa desde el anterior. Y claro, la actualidad musical también ha cambiado mucho. Lo más importante de este disco quizás ha sido la exploración de nuevos sonidos. Hemos querido mantener el sonido orgánico pero con arreglos muy diferentes, y fusionándolos con algunos elementos y ritmos electrónicos, de manera que lo acercan a la actualidad musical de las emisoras de radio. Lo estoy disfrutando mucho en directo, porque son sonidos diferentes. Estoy feliz.

−¿Nota entonces que las nuevas canciones han sido bien aceptadas por el público?

−Sí, sí. Teníamos nuestras dudas por si había sido demasiado cambio, pero no, a la gente le ha gustado. En Latinoamérica ha tenido mucha aceptación, gracias a Dios. En España también (ha sido triple disco de Platino en nuestro país, y se mantuvo ocho semanas consecutivas como número uno en ventas). En los concierto hay muy buena relación con los temas nuevos, invitan a que la gente esté contenta.

−Ahora viene a Madrid. ¿Es una plaza que despierta los nervios?

−Sí. Para mí cantar en Madrid es como hacerlo en Almería. En Almería tenía las caras conocidas y era el arranque de la gira, y si no te pones nervioso es para matarte. Pero Madrid es un lugar más grande, vienen a verte los medios de comunicación, también algunas personalidades, compañeros de profesión, la gente de la discográfica... Este tipo de lugares sobresale del resto de los conciertos. Pasa lo mismo en Buenos Aires, en México D.F, en Miami... Entonces aparecen los nervios, para qué nos vamos a engañar.

−Poco antes de hacer esta entrevista leemos que un diario ha sido condenado a pagarle 55.000 euros por usar en su publicidad imágenes de Bisbal sin su permiso. Todas estas historias, ¿llegan a desestabilizar al artista?

−No. Me he acostumbrado. Quizás hubo un momento... Desde que empecé a ser un artista conocido, la opinión pública o los medios de comunicación empezaron muy pronto a opinar libremente de mi vida. Quizás eso es lo más difícil de mi profesión. La mayoría de estos medios son muy respetuosos, pero otros no tanto, y, bueno, con eso he llegado a convivir y, sinceramente, no me desconcentra. Siempre he sido un muchacho muy positivo, y logro evadirme de la opinión menos positiva. La música te hace olvidar absolutamente aquellas tonterías o pequeñeces negativas que están en el día a día. Te lo prometo.

−Supongo que también ayudará escuchar los aplausos cuando se presenta delante del público.

−Sí, pero más que por el aplauso, por la música en sí. El cariño de la gente es muy bonito, porque vienen a disfrutar contigo, pero es hermoso escuchar unos acordes que hacen que mires hacia atrás y veas que lo está creando uno de tus músicos. Termino el concierto y me doy cuenta de que he estado casi dos horas concentrado exclusivamente en la música y lo que quería comunicar a la gente. No te acuerdas de nada más, no te da tiempo. Pones toda tu concentración, todo tu amor y toda tu alma en ese momento.