Xoel López: «Lo mío fue una crisis autoinducida»
El músico gallego publica su primer libro, «El asaltante de estaciones», mientras sigue presentando en directo su disco, «Atlántico»
juanma fernández
Xoel López nació hace 36 años en La Coruña y se ha pasado justo la mitad de su vida publicando discos y componiendo canciones; primero bajo el pseudónimo «Deluxe» y después con su nombre real. Ahora recluta los recuerdos en su primer ... libro, «El asaltante de estaciones» (Ed. Chelsea), mientras arranca una gira para continuar presentando su último trabajo discográfico, «Atlántico» . Y avisa: «Tengo motivos para escribir sobre mi pasado».
—En una entrevista, The New Raemon y David Otero hablaban sobre la intención a la hora de componer entre hacer algo comercial o independiente. Defendían que las dos posturas son igual de legítimas. ¿Qué opina al respecto?
—En mi caso, no sé si tengo esa búsqueda. Si lo que hago le gusta a mucha o poca gente me parece que es algo secundario. Aunque también he de decir que todos buscamos llegar a las personas y si mi música fuera exclusiva, estaría haciendo algo elitista. Otra cosa es que permitiera que cambiaran cosas para que me escuchara más público, eso nunca.
—Con casos como el de Ricardo Vicente , Santi Balmes, Francisco Nixon o el suyo, parece que los músicos se están apuntando a la literatura. ¿A qué se debe este fenómeno?
—Me hizo la propuesta Álex Cooper. Creo que era un momento en el que podía hacer recuento de lo vivido porque empecé muy joven y a los 18 años ya había grabado mi primer disco. Ahora, con 36, se puede ver todo con panorámica. Además yo soy de mirar hacia delante y escribirlo me ha obligado a echar la vista al pasado, por lo que ha sido interesante ver todo en perspectiva. Respecto a los autores que me nombras, todos tenemos ya una edad, empezamos a tener pasado y más motivos para escribir.
—Ha viajado durante años por toda América. ¿Es más fácil vivir allí de la música?
—No es precisamente el paraíso, aunque habría que distinguir por países. En cualquier caso, no le recomiendo a ningún músico español que coja sus cosas y se marche para allí a buscarse la vida. Lo que sí es cierto es que hay una gran efervescencia artística, que es más importante que si se puede vivir o no de esto.
—¿Ha costado mucho volver a ser Xoel López y abandonar la etiqueta de Deluxe?
—Como Deluxe era un proyecto solista, ha sido relativamente fácil, aunque siempre hay algún despistado por ahí. Lo curioso es que me escucha gente nueva, que empieza de cero, eso me parece bonito y además el libro, por lo que tiene de autobiográfico, les puede ayudar a descubrir toda mi trayectoria.
—En la canción «Postal de N.Y.» refleja la soledad del viajero cuando dice «estamos solos en Nueva York». ¿Por eso ha vuelto?
—Aquello fue una crisis autoinducida. No hay que idealizar el viaje porque, como todo, tiene cosas buenas y cosas malas. Han sido casi 5 años fuera y en ese tiempo he tenido momentos de fascinación y otros de morriña (como decimos en Galicia); son cosas que van de la mano. Me pasa parecido con mi música: cuando evoluciono también siento nostalgia.
—Su último disco, «Atlántico», tiene muchos sonidos nuevos, influencias de músicas latinoamericanas... ¿Le va a costar desprenderse de todo aquello para nuevos trabajos?
—Por lo que me conozco, lo que entra, se queda. No sé qué se quedará ni cómo pero forma parte de mi realidad y de mi manera de composición. Pero no sólo hablo de lo que he aprendido como músico, hablo del conjunto de mi experiencia allí.
—Hace poco se editaba el disco en vinilo, ¿por qué es un formato que ha vuelto e incluso es consumido por generaciones que ni siquiera lo conocieron?
—En realidad, yo no soy tan fan del vinilo y lo que me queda de él es lo que recuerdo de la gente mayor que me rodeaba cuando era joven. Quizá se asocie con una época dorada de la música.
—¿Volverá a componer en inglés o se va a lanzar al gallego?
—En inglés no digo que no porque no me pongo límites, aunque por ahora no lo veo factible. Y en gallego quizá haya un tema en el próximo disco que se llama «A serea o marinheiro».
—Si uno ve la portada del disco, usted lleva una máscara que ya aparecía en un videoclip de Lovely Luna, su proyecto paralelo con Félix Arias. ¿Por qué también en este trabajo?
—Esa máscara es venezolana y la tenían mis padres en casa. Mucha gente cree que mi relación con Latinoamérica viene de mi viaje pero, en realidad, mis padres vivieron 22 años a caballo entre Coruña y República Dominicana, por lo que mi conexión con aquella tierra viene de lejos. Un día le dije a Lola (García Garrido) , mi mujer, que me hiciera una foto con ella, en la que yo estaba desnudo. Al final, se quedó como portada del disco; me gustaba porque jugaba con la contradicción de ir sin ropa pero con una máscara.
—En muchos conciertos acústicos se le ha podido ver casi como un hombre orquesta, ¿tiene relación con ese concepto artesanal de la música que siempre ha defendido?
—De pequeño, con unos trece años, ya tocaba la guitarra y la armónica, mientras con un pie tocaba la pandereta. Quería sonar como una banda y viene un poco de eso; aunque durante mis conciertos por América es un formato que también exploté mucho. La verdad es que un directo acústico solo con la guitarra siento que se queda muy solitario.
—En el single del disco, «Tierra» , hay una frase que dice: «si esta canción se acaba, que acabe el mundo para todos». ¿Una canción es el centro del mundo para un compositor?
Aquella canción salió del tirón, no taché ni una línea porque las palabras salían solas. Creo que representa una metáfora de mi propuesta de vida y mis ilusiones, aunque no recuerdo qué quise decir exactamente con esa frase.
—Y ya que usted es de mirar hacia delante, ¿para cuándo nuevo material?
Estoy empezando a empezar (risas). Tengo como 15 canciones en las que estoy trabajando. Ya están compuestas y ahora ando con los arreglos y demás detalles. Lo cierto es que no me he puesto una fecha pero la idea es tener disco nuevo para finales de año.
—«Atlántico» es un disco peregrino. ¿El nuevo lo ha compuesto viajando o es más sedentario?
—Se puede decir que también está compuesto durante viajes; en concreto, en el triángulo Buenos Aires, Coruña y Madrid. Viene del peregrinaje pero se ha asentado en Madrid.
—¿Algún proyecto más, que no sea un nuevo disco?
—He hecho la banda sonora de la película «Estirpe» , que dirige mi hermano, Adrián López.
—También había un documental sobre la gira por América que aún no ha visto la luz.
—Cierto. Tenemos la edición casi definitiva, apenas dos detalles y estará listo. Otra cosa es cuando se edite, de eso no tengo ni idea porque no depende de mí.
Xoel López: «Lo mío fue una crisis autoinducida»
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete