entrevista
Iván Ferreiro, estrella del Arthur Guinness Day: «No puedes gustarle a todo el mundo»
loreto sánchez seoane
El Museo Lázaro Galdiano se convirtió el jueves en el escenario del Arthur Guinness Day , que para su fiesta madrileña quiso contar con tres de los grupos más influyentes del panorama nacional: Fuel Fandango , Supersubmarina y el veterano Iván Ferreiro ... , que hace unos días publicaba su nuevo disco, «Val Miñor-Madrid, Historia y Cronología del Mundo» .
Horas antes del concierto, el cantante gallego habló con ABC acerca de su vida profesional y personal. Sobre su espalda está el peso de haber sido la voz de uno de los grupos más emblemáticos de los noventa . Con Los Piratas hizo cantar a toda una generación, y sus canciones siguen emocionando más de veinte años más tarde. Pero lo mismo ocurre con sus discos en solitario. Pequeño, sin parar de gesticular y con cara de pánico tras subirse a hacer la prueba de sonido al balcón de un tercer piso, Ferreiro, a sus 43 años, desprende la misma fuerza que en sus comienzos.
-Comparte escenario con Fuel Fandago y Supersubmarina...
-Estoy encantado de estar con ellos, vamos a pasar una tarde muy buena y está todo muy bien montado. El escenario se divide en tres pisos, y tocamos en los balcones, me habían asignado el último y me he tenido que cambiar. Tengo un vértigo... no podía, de verdad, es que lo paso fatal, y para estar cantando acojonao, pues me bajo. Además, así se me ve más.
-Eventos como este ayudan a la música ¿no cree?
-Mira, estamos en un momento muy bonito... bueno, bonito no es la palabra. Pero los músicos y las marcas colaboramos más que nunca y creo que el resultado es muy positivo. Ahora que vivimos en un mundo repleto de información y la gente la recibe por todos los sitios, este tipo de alianzas nos ayudan mucho.
-Os convocan a tres de los grupos con mayor tirada del panorama nacional. ¿Cómo cree que está la música en España?
-Creo que hace unos años la música iba mal y el mundo bien, y hora todo va mal. Pero una cosa es cómo se esté moviendo el dinero en la industria y otra, muy diferente, la calidad. Creo que, en ese aspecto, estamos muy bien, aunque el mercado no vaya como nos gustaría. No es culpa de la industria, ni mucho menos, está mal la situación para todos. Yo, por ejemplo, estoy en una compañía grande. Pues tanto mi compañía como yo estamos viendo cómo solucionamos los problemas que tenemos e intentamos sobrevivir.
Música en España
-Hace unos años aseguró en una entrevista que los músicos eran las «putas de la sociedad»...
-Todos somos putas de la sociedad, pero cuando digo «putas» lo hago en el sentido más positivo, nos dan dinero por dar placer.
-Muchos cantautores aseguran que el público español deja mucho que desear, que escuchamos «mala música».
-Realmente ahora es aventurado decir lo que se escucha y lo que no. Hay muchos más reproductores que hace 30 años, la gente escucha más música, otro tema es que escuchen la nuestra. Quizás el fallo no sea del público, sino nuestro. Quizás nos hemos enquistado en un género y no salimos de ahí. Es posible que ellos quieran otra cosa. No nos hemos parado a pensar si éramos nosotros los que teníamos que cambiar.
-Los vídeos que grabó junto a Xoel López tuvieron muy buena acogida, ¿se plantea hacer algo parecido en un futuro?
-Lo de Xoel López fue increíble. La idea la tuvo Thinking, la productora, y fue una parte de la promoción de Port America . La verdad, es que lo bueno que tenemos Xoel y yo es que podemos tocar juntos en cualquier sitio. Estamos muy cómodos. Ese día hacía mucho que no nos veíamos y fuimos a Val Miñor, la playa que aparece en el vídeo, que me encanta. Tenemos la suerte de que no nos vemos mucho y no tenemos tiempo para enfadarnos. Claro que haría más cosas así, he tocado en un montón de sitios, y si quieren que toque, toco. Menos a cinco metros de altura, que me acojono. Sabes que no te vas a caer, pero es que te entra miedo irracional...
-Ha colaborado con multitud de artistas, ¿el resultado que más le ha gustado? ¿Con quién le gustaría trabajar?
-No creo que haya ninguna mejor, creo que todas están muy bien en los suyo, de hecho, la mayoría ha quedado de puta madre. Realmente no sabría decirte una persona concreta, el mundo de las colaboraciones lo bueno que tiene es que surgen solas, y eso lo hace más divertido. Le da vida. Hay muchos grados de compenetración y todas son diferentes. Acabo de hacer una con Maga y ha salido guay. También ha venido Julieta Venegas a cantar para mi nuevo disco. Tiene más que ver con lo que nos apetece, lo que queremos contar y lo que surge, que con algo que llevas pensado. Por ejemplo, me encanta Prince , pero no colaboraría con él porque quedaría fatal.
La vida pirata
-«El equilibrio es imposible» es su canción favorita de la época de Los Piratas, ¿Con que otras se quedaría?
-Pues no lo sé, me cuesta un montón ver con objetividad a Los Piratas. O frialdad, no se cuál es la palabra. Disfruté tanto de todos los procesos y momentos... Me gusta «Promesas» , «Cuando te duermas» ... Y de «Relax» me gustan casi todos los temas.
-¿Morriña de aquella época?
-No, no la echo de menos. ¿Tú echas de menos la universidad? Hay épocas que pasan, que están muy bien, pero no las hechas de menos.
-Ha mantenido más o menos la misma línea y parece que sigue teniendo fuerzas después de tantos años.
-Intento tener más fuerza, pero de la otra. Intento equilibrarme, la energía de la juventud la vas eliminando para utilizar otras fuerzas y creo que no me va mal (se ríe).
-Muchos han hecho de sus canciones, tanto en Los Piratas como en solitario, la banda sonora de sus vidas ¿De dónde saca la inspiración para que calen tan hondo?
-La verdad que no sé de dónde saco las ideas a la hora de hacer canciones, pero siempre intentamos buscar algo emocionante. La inspiración nunca es un problema. Me junto con mi hermano y tenemos ideas o nos pasa algo y lo plasmamos, es como si escribiésemos cada canción como la primera. Y lo otro... pues que la gente deje ahí sus cosas es mucha responsabilidad, intentamos no pensarlo, que no nos afecte. Es medio raro, muy agradable, pero a veces te sientes con una responsabilidad, y no estás muy seguro de si la querías o no. Tú solo querías irte de gira y cantar canciones (se ríe). Pero, claramente, ese apoyo es muy importante para el trabajo, eso hace que lo tengamos. Trato de que no se me suba a la cabeza y de hacer las mejores canciones que pueda.
Morir encima de un escenario
-A los artistas se les acusa de estar poco comprometidos con los problemas sociales, se les crítica el abandono de las letras reivindicativas...
-En mi disco nuevo no hay nada de crítica social, la hemos eliminado. Viendo lo mal que estaba todo nos parecía que era un poco absurdo repetir lo que está pasando porque lo estamos viendo constantemente en la tele, en los periódicos... no me parece necesario volver a contarlo. Por eso nos decantamos por un disco de amor, queríamos dar algo de alegría. Cuando las cosas iban bien ponía a parir la política , ahora que están mal pues hay que tener más cuidado. Había días que lo pensábamos tanto que nos amargamos, hemos tenido unos años muy buenos en lo personal y queríamos hacer algo positivo. No es el momento para decir las cosas. Cuando vemos a alguien famoso protestando nos toca los huevos, porque no tiene ni idea de los problemas de la gente.
Yo no soy millonario, me estoy comprando una casa como todo el mundo y pago lo que puedo cada mes, pago mis impuestos. No soy Julio Iglesias . Me adapto como un trabajador más y por eso me da la sensación de que no tengo que decir nada, porque yo sí que tengo trabajo. Intento tener los pagos al día pero a veces tienen que esperar los bancos... también tengo retrasos, como todo el mundo. Pero si me pongo a pensar en eso todo el rato me amargo bastante. Además, estos dos últimos años que hemos estado tocando en acústico, la gente se deja la pasta que le cuesta mucho ganar para venir y queremos que salgan contentos. Queremos contar cosas positivas y alegres.
-Dice que quiere morir encima de un escenario y hasta que lo haga irá de uno a otro...
-Con alguna cosa por el medio, pero sí. Mi vida ha sido mi trabajo siempre, lo que hago ahora es lo que hacia antes sin que me pagasen, nunca he sido otra cosa, no he querido hacer otra cosa. He construido mi vida a raíz de esto. Tengo hijos y son unos niños muy felices aunque yo pase algún tiempo fuera, como el hijo de un marinero. Mi trabajo no me absorbe tanto como para no poder compatibilizarlo. No es una vida normal, pero una vida normal es muy insana. Para que mis hijos estén bien tengo que trabajar, y si no trabajo en esto no sabría hacer otra cosa, sería una garrapata social. En algunos momentos les tocó los huevos que su padre estuviese fuera, pero ahora lo entienden, para ellos lo que no es normal es que alguien esté en una oficina todas las mañanas.
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