Kevin Johansen: «Los músicos somos autistas con mucho swing»

El último, «Bi», es otra gran prueba de su capacidad aglutinadora, más aún en esta ocasión si cabe, pues ha entregado un álbum doble delicioso, sin un solo relleno.

«La máquina nunca descansa», dice el autor en cuanto a su aparente buena relación con las musas. «La música es algo muy curioso, porque es intangible e invisible. En mi caso, apenas me doy cuenta de cómo funciona la llegada de la inspiración, solo procuro trabajar mucho y dejarme llevar. Yo siempre he creído que los músicos, especialmente los compositores, somos como autistas con mucho swing. Tenemos una pequeña burbuja encima de la cabeza que nadie ve, pero nosotros estamos ahí, dale que dale, abstraídos con ideas, frases, melodías, cuando parece que estamos escuchando al que tenemos delante (risas)».

Por eso, explica Johansen, «la creación de música es algo tan adictivo. Cuando se consigue plasmar todo eso en una canción, que además le guste a la gente, es algo maravilloso».

Desde su debut con «The Nada» (2000), Johansen no ha tenido ni un solo patinazo, y, de hecho, este «Bi» es uno de los trabajos más recomendables de la producción de 2012, y de toda su discografía, junto al exuberante «Vivo en Buenos Aires», un disco en directo en el que contó con colaboraciones como las de Ileana Cabra, Kiko Veneno, Fernando Cabrera o Paulinho Moska, y del que ahora se siente especialmente orgulloso. «Ese álbum es uno de esos que toman su propio vuelo. Con el tiempo se ha convertido en una buenísima tarjeta de presentación de mi banda, The Nada».

Pero ahora lo que toca es presentar «Bi» (aquí colaboraron Lila Downs y Rubén Rada , entre otros) en directo por nuestro país, en lo que seguro será una serie de fiestas sónicas espectaculares. «Este disco da mucho juego en directo», explica el autor, «ya que está estructurado en dos partes: una más pop-rockera, más internacional, y otra más folkie, más pegada a la tierra suramericana».

De esta dicotomía nació la idea de poner a sus padres en la portada: «Efectivamente, el lado folk viene más de mi madre, y el pop-rock, de mi padre». Y es que ambos han sido, sin ninguna duda, muy influyentes en la personalidad artística de «este investigador del “google maps” musical».