Loquillo: «Tenía muy claro que o me dedicaba a la música o atracaba bancos»
El libro «Rock & roll star» hace un recorrido en imágenes por la vida y obra del músico nacido en Barcelona
pablo martínez pita
No es la primera vez que Loquillo se enfrenta a su propia historia. Ya escribió dos libros con su autobiografía, «Barcelona ciudad» y «El chico de la bomba» . Ahora acaba de aparecer su vida en imágenes, desde su infancia, la ... mili, la época de la movida... hasta sus últimos pasos con su amigo reencontrado Sabino Méndez . Es el recorrido por la vida de un hombre que, precisamente, cumple 52 años la jornada del apocalipsis maya , este 21 de diciembre. El día de la bestia de dos metros que mira siempre desde las alturas al resto de la humanidad.
Pero el libro incluye, además, una entrevista con el músico en la que se muestra más cercano de lo habitual, además de unas páginas finales con conversaciones con personas que le han acompañado en su andadura personal y profesional. Todo ello forma parte de «Rock and Roll Star» , firmado por el fotógrafo Jordi García y el periodista Miguel Pérez .
José María Sanz, «Loquillo» , con su impecable traje negro, acaba de llegar a Madrid desde Barcelona, situación que le ha obligado a madrugar. Una costumbre poco asociada a una rock & roll star, pero que él ya ha asumido como habitual. Continúa disparando su verbo en todas direcciones, aunque también se le nota más relajado. Dicen, y dice, que su condición de padre le ha convertido en «mejor persona».
En el libro afirmas que no te molesta madrugar.
Es que creo que cualquier persona en el mundo que tenga una responsabilidad, o que le guste lo que hace, es disciplinada. Aparte de que hay una edad para cada cosa. Uno tiene que ir superando edades. A partir de los 50, la edad ya no es un problema. Puedes permitirte el lujo de hacer con tu vida lo que quieras. No tienes que rendir cuentas a nadie, y es un momento incluso para ser más disciplinado.
Supongo que siempre has tenido cierta disciplina. Muchos de tus compañeros se quedaron por el camino por faltarles esa cualidad...
Yo no podía permitirme el lujo ni de pasarme con las drogas, ni de irme a lo salvaje de la vida, ni de ser un delincuente, porque yo tenía una familia. Punto. Como mi padre no era millonario ni rico ni de clase media, había que espabilar y mover el culo. Empecé con el basket, pero la música me atrapó, y tuve muy claro que me iba a dedicar a ello. Cuidado, yo pensaba que iba a ser periodista musical o que iba a dedicarme a la radio, porque era lo que hacía. Pero en cualquiera de esas facetas que tuvieran algo que ver con la cultura rock, tenía muy claro que solo podía hacerlas si tenía una ambición artística o personal, no una ambición monetaria. He visto mucho talento malgastado, como dice la película de Robert de Niro , he visto a demasiada gente tirar su vida por la borda, y ahora, a los 50 años, ves que tomaste las decisiones adecuadas, y miras hacia atrás y ves a muchos tipos con talento que se han quedado allí por ellos mismos, ellos han tenido la culpa de lo que les ha ocurrido. Sin más. Aquí no hay eso de «es que no tuve suerte». No, fuiste un gilipollas. Punto.
Cuando llegaste a Madrid, dentro de la Movida eras una especie de rara avis. Procedías de una clase social diferente a la mayoría de los músicos.
«El rock era para gente guapa como nosotros»
Yo siempre digo que soy el hijo de nadie. Yo tenía más que ver con los Burning , con los grupos de rock madrileño, por origen, que con la Movida . El problema es que nosotros quizás fuimos el embrión de una manera de entender la música. Loquillo y Los Intocables fue una gran banda, y lo fue más por lo que dejaron como poso estético que por lo que hicieron musicalmente. Éramos una banda en la que había un mod, un rocker, un punk y un heavy, y era así porque, en aquella época, en Barcelona, cuando veías que había alguien distinto, era colega. Y, claro, coincidimos cinco tipos distintos. Eso daba mucha gracia, la pinta era abrasadora. Y, por otro lado, porque no teníamos el sonido de un grupo de rockabilly, éramos un grupo más cercano al punk rock que otra cosa, porque no sabíamos tocar y hacíamos ruido. En eso sí teníamos que ver con la movida, con la estética y con el sonido. Quizás no por origen social, pero por lo demás, sí. Además, había una cosa que nosotros, viniendo de un barrio, no soportábamos: nos ponía muy malos eso del «rollo». Era la antítesis de lo que queríamos ser. A nosotros nos gustaba estar guapos. Siempre decíamos que el rock era para gente guapa como nosotros. Ese rock urbano que se puso de moda en aquella época no nos daba eso. Nosotros queríamos irnos del barrio, queríamos ver mundo, ser estrellas del rock, no ese discurso de (pone voz de macarrilla) «quiero quedarme en el barrio y no salir nunca y ser colega de todos». Hay que salir del puto barrio, porque ya han pringado nuestros padres. Si tu familia ha pringado en el franquismo y han vivido esa situación tan heavy, tienes necesidad de salir y de irte. Éramos, como dice Igor Paskual , tipos de clase obrera con aspiraciones (ríe).
Y entraste de cabeza en lo que ocurría en Madrid
Quizás entramos en el mundo de la Movida porque no éramos ortodoxos. La heterodoxia hizo que la Movida funcionase. No había reglas, y a algunos nos encanta que no haya reglas. En ese aspecto estuvimos en el momento y en el lugar adecuado. Estuve el mítico día aquel que los Gabinete Caligari dijeron aquello de «somos fascistas». Fue brutal, y yo estaba ahí. Viví esa época muy intensamente. Después ya vino el folclore y fue otra cosa, pero ese inicio fue demoledor.
Alaska te sirvió de anfitriona.
«Sin Alaska, la Movida no hubiera sido lo mismo»
Sí. Alaska creo que era una anfitriona para todos aquellos artistas que éramos diferentes. En todos los ámbitos, no solo el musical. Alaska supo ver, y ella es importante en la cultura de nuestro país, a nivel de personaje no solo mediático, que lo es ahora, sino de lo que en aquel momento llegó a aglutinar alrededor suyo. Sin ella, la movida no hubiera sido lo mismo. Sin ella. «La Bola de Cristal» no hubiera sido lo mismo. Gestionó muy bien toda la creatividad que había a su alrededor. Fue catalizador. No me cansaré nunca de decirlo.
¿Y qué opinas de lo que está haciendo ahora?
Existen varias teorías sobre el tema, ¿verdad? Hay gente que dice que Mario Vaquerizo se está aprovechando de ella, de su imagen. Y hay quien piensa, como yo, que a Olvido le va muy bien. Porque a veces está bien no ser el centro de atención, eso te permite cierto relax con el personaje y hacer otras cosas. También les va servir para autofinanciarse, y no hay nada mejor que tener independencia económica. Es como cuando yo he hecho las tres campañas más importantes de la historia de este país, Coca-Cola , Seat y Banco de Sabadell . Gracias a eso he conseguido una independencia económica que me ha permitido hacer proyectos tan dispares como el documental «Mujeres en pie de guerra» o el disco de Luis alberto de Cuenca . ¿Quién diría que con el dinero de Coca-Cola iba a hacer un documental, y con el Banco de Sabadell el disco con Luis Alberto ( «Su nombre era el de todas las mujeres» ) y una gira autofinanciada? Sinceramente, todo lo que haga Olvido me parecerá siempre bien, porque, visto con perspectiva, siempre ha acertado. En los 80 se decía «¿pero qué hace la Olvido vestida de bruja en «La bola de cristal»? Pues fíjate, marcó a toda una generación. Eso sí, tiene muchos ex admiradores y ex periodistas que la vapulean constantemente, por eso y por estar en Libertad Digital. Pero yo te aseguro una cosa, a esa gente, si les dieran la oportunidad de trabajar en Libertad Digital, irían mañana. Olvido está por encima del bien y del mal ahora mismo.
En la foto de la portada de «Rock & roll star» apareces muy joven. ¿cuántos años tenías?
22.
¿Hablas a veces con ese muchacho?
Sí, de hecho el otro día estaba haciendo el prólogo de un libro que estoy empezando a escribir, y en la introducción y hablaba con él. Estaba hablando del 21 de abril del 81, que fue el día que tocó Bruce Springsteen en España por primera vez, pero es que a los tres días tocaban los Clash . Y a los cinco me iba a la mili. Fíjate. Y yo volvía a Barcelona precisamente ese 21 de abril. Hice el flashback de cómo era el chaval aquel, en ese mismo día. Al fin y al cabo, regresaba a la ciudad en la que había nacido después de mucho tiempo. Sí que hablo con él, mucho además. Y me gusta verlo.
¿Este libro te ha ayudado a recordar?
«Escribí mis novelas para que mi hijo supiera por mí, no por boca de otros»
Yo escribí mis dos novelas anteriores para una cosa, para que nunca olvidase mi pasado, porque todavía tenía memoria, y, por otro lado, para que mi hijo supiera por mí, no por boca de otros. Cuando empecé a escribir mi tercera novela, me dije «para un poco». Fue entonces cuando se hizo una exposición sobre los rockers en los años finales de los 70, en Barcelona. Y vi ahí un montón de fotos mías de la época, y me quedé a cuadros, y dije «esto es muy grande». Lo que hice fue coger todo mi archivo personal, porque lo guardo todo, y empecé a pasar revista.
¿Y qué te diría ese joven?
Creo que no imaginaría nunca que yo llegase a tener 52 años. Estoy convencido. Para nosotros, la gente de 50 años estaba muerta. Es cierto que ahora envejecemos más tarde. Los 50 años de ahora no son los mismos que los de hace treinta años. Aquí, en este libro, hay 35 años de música, de carrera. Eso es lo que a mí me asusta. ¡35 años! Y solo tengo 52. Los cumplo el día en que se acaba el mundo, que también es coña. En eso también tengo que estar ahí, tengo que robar el protagonismo hasta el día del fin del mundo. Es brutal.
Por aquel entonces, el concepto que se tenía de una «rock & roll star» era muy diferente al de ahora.
«Ahora hasta los políticos juegan a ser estrellas de rock»
Fuimos la primera generación en hacer canciones en libertad. Los mayores no pudieron nunca, por la censura. Existen ya en España tres generaciones claras de cultura rock: la de los 60, de la Movida, y la indie. El rock forma parte... cuidado, hasta cierto punto, de la cultura popular española. Todos están de acuerdo menos Wert (ministro de Educación, Cultura y Deporte). Porque Wert piensa que es solo entretenimiento. Exceptuando estos casos carpetovetónicos, todo el el mundo entiende que el rock es cultura popular. En España ya ha impregnado todos los estamentos sociales, hasta el punto de que los políticos juegan a ser estrellas del rock, y cada día dicen una barbaridad mayor. Lo que antes decíamos nosotros, ahora lo dicen ellos. Y los cantautores, esos grandes personajes que consideraban el rock algo norteamericano e imperialista, ahora salen con gafas negras en sus conciertos. El rock ha impregnado a la sociedad de nuestro país. Por eso digo que cuando teníamos 17 años no podíamos entender que eso pudiera ocurrir. ¿Qué miraría este? (volviendo a la fotografía) Pues diría: «¿Loquillo, con 52?» Él está más sorprendido de verme a mí que yo a él (ríe).
Parece que el Loquillo cantautor está cada vez más cerca del Loquillo rockero.
Es el gran big band, utilizando el rollo este del 21 de diciembre. Es cierto. No las tengo todas conmigo, y te diré por qué. Porque para mí era más cómodo antes: «ahora me quito la chupa, ahora me pongo el traje». En este momento la putada es que cada vez se acercan más, incluso los discursos. Y eso no sé a dónde me va a llevar, lo que sí tengo muy claro es que lo próximo que voy a hacer va a ser un disco de rock, tengo muchas ganas de meterme ene le estudio ya.
Pero si acabas de publicar un disco, «La nave de los locos»....
¿Dejemos un rato? Vale, dejemos un rato, pero quiero hacer una obra mucho más audaz, porque, al fin y al cabo, esto era una colección de canciones que tenía Sabino. Y también quiero trabajar en los próximos dos años en un proyecto nuevo con Gabriel Sopeña , para poner música a un poemario de Julio Martínez Mesanza , «Europa» , que creo que es uno de los puntos más altos de la poesía de los últimos 25 años. Me gustaría poder hacer eso. Fíjate qué ambicioso soy. Porque claro, hay poemas de muchos autores, y centrarme en uno solo es algo que me excita mucho. Pero ahora mismo tengo ganas de hacer otro disco de rock. Además, hay que tener en cuenta que el último se grabó con cierto retraso, porque, como se lesionó Jaime Stinus (guitarrista), se atrasó todo el proyecto.
También has dicho que donde mejor te encuentras es en el escenario.
«Donde soy yo es en el escenario. Cuando bajo, actúo»
Para mí es mi casa. El sitio donde estoy cómodo, donde hago lo que quiero, como quiero y de la manera que quiero. Como digo en el libro, cuando bajo es cuando actúo. Donde soy yo es en el escenario. Por otro lado, la soledad y el escenario son las cosas que más me ponen. A veces cuento que uno de los mayores placeres que yo tengo es irme a cenar solo después de un gran éxito. Es lo más grande que uno puede hacer. Estar con uno mismo. Yo prefiero irme solo a que todo el mundo te diga lo bueno que eres. Cuesta hacerlo, pero cuando lo he hecho ha sido brutal.
A muchos artistas les han perdido los aduladores.
Eso se evita de una manera muy sencilla, creyéndote tú que eres el mejor. No necesitas a nadie más. Si tú te lo crees, ¿para qué quieres que venga nadie?: «Si, ya lo sé, que soy el mejor, dejémoslo».
En el libro destaca la importancia que das al hecho de ser padre.
Te digo una cosa, a mí me parece que es total. Quizás porque tengo ese concepto de familia mediterráneo, y me gustan los niños y esas cosas. Para un tipo de 50 años que está en el mundo de la creación, necesitas un contacto absoluto con las nuevas generaciones, sacar a patadas de casa a todos los amigos cincuentones , y decirles no vuelvan hasta que no adelgacen veinte kilos. Recibes energía de la gente más joven, te mantienen vivo. Por otro lado, al tener un hijo recibes una energía nueva y algo muy divertido, si es una cría masculina, y es que, cuidado, hay otro gallo en casa. Eso te ayuda a bajar mucho del pedestal. Igual una niña no, pero un niño sí. Ya no eres tú el jefe del corral, viene otro, que te va a echar. Me parece que es lo máximo. Te pone las pilas y te ayuda a ser mucho mejor. El artista, el creador, que no tiene hijos, no digo que sea mejor ni peor, pero creo que se pierde algo que le vendría de p. m.. Lo que si estoy totalmente en contra es de los capullos que dicen chorradas tipo: «He hecho una película, es como tener un hijo». Para estos que dicen estas cosas, habría que tener un dispositivo que hiciera «pii, yiuumm, pof, desaparecido».
«Me fui de Barcelona porque no quería saber nada de tanta tontería»
También los hijos tienen que venir a la edad adecuada. Evidentemente, yo, con 25 años, no pensaba en tener hijos, llegó el momento personal adecuado. Ya estaba hasta las narices del rock & roll way of life, y de todos los fantasmas llenos de cadenas que se lastraban a mi alrededor. Estaba abocado a largarme de todo aquello, pero eso aceleré el proceso. Por otro lado, también coincidió con el abandono de Barcelona, debido a la presión política que se vivía ahí, no quería saber nada de tanta tontería, de la lengua, la independencia, su p. m. No podía estar en un ambiente tan quemado, esa atmósfera tan cargada. Y vivo yo en el centro de San Sebastián. Jamás viviría en una urbanización, ni en el Ampurdán, ni en el Montseny, ni se me ocurriría. Apartarse del centro es la muerte para un creador. Sales y «mira un pájarito, un árbol, la Luna...» Y empiezas a escribir mariconadas que no tiene nada que ver con la realidad. Eso es un clásico. También está la chorrada esa de que «como tengo un hijo ya no puedo hacer según qué cosas». Es otro tópico estúpido. ¿Por qué tiene que cambiar tu vida? Si eres una persona disciplinada y seria, simplemente añades unas responsabilidades más a tu manera de ser. Puede que a alguien le haga ser responsable, pero es que yo lo he sido siempre. He sido el jefe, o el que lleva la voz cantante. A mí, tener un hijo me ha ayudado a ser mucho mejor, sin duda.
Has hablado de políticos. ¿De verdad nos hemos merecido los que nos han tocado vivir?
«Hay gente que habla de patrias y tiene cuentas en Suiza. Eso es un traidor»
A mí lo que pone enfermo es que tanta gente que luchó por una democracia, tanta gente que se quedó en el camino, que dieron sus mejores años.. no se merecían esto. Soy de una familia de republicanos, anarquistas, y he tenido mucho contacto con la gente que hizo la lucha antifranquista, por los documentales que he producido... Vivimos una vuelta atrás. Hubo un momento en el que parecía que en este país íbamos a ser totalmente distintos, de hecho creamos una tercera vía, y, de repente llega una pandilla de irresponsables e iletrados, porque muchos nos saben ni escribir, y pruebas hay esta última semana. Hay gente que habla de patrias y tiene cuentas en Suiza. A ese, en mi pueblo, se le llama traidor. Los que llevan su dinero a cuentas en el exterior sin legalizar son traidores a su país. Había que quitarle la nacionalidad a estos señores. Punto. Se presiona a las clases medias, y si jodes a las clase media, has jodido a tu país. La clase media es la que aguanta un país.
«Lo hay que siguen pensando que la gente del rock somos retrasados»
Y en el caso de la cultura... tengo 51 años, y hay gente que sigue pensando que la gente del rock somos retrasados mentales, o una pandilla de litroneros, ¿De verdad siguen pensando eso? Yo soy un señor adulto, que tiene su empresa, que arriesga su dinero, y da muchos puestos de trabajo directos o indirectos. ¿Qué me estás contando de entretenimiento? Le demuestro con números qué es entretenimiento. ¡Un 21 por ciento de IVA a la cultura! A ver, los del clan de la ceja os han jodido, ¿verdad? Me parece muy bien, pero la gran mayoría, no. Jódeles a ellos, pero no nos jodas al resto, por favor. ¿Qué quieren, que ponga la entrada a 50 euros como otros compañeros de profesión? Pues yo no. Mi entrada más cara en la gira con Luis Alberto fueron 35 euros. No voy a subir un duro, porque creo en la cultura popular, y si no, la convertimos en elitista. Vamos a estar en el filo cada vez que toquemos, pero hay que hacerlo. Admiro a estos promotores que todavía arriesgan su dinero, haciendo un Sonorama , buscando fórmulas para sacar adelante los festivales, y mi más absoluto desprecio a los promotores que abandonan España para irse a otros sitios. Porque mientras había vacas gordas, buena pasta han ganado. Y ahora que vienen vacas flacas, ¿a salir corriendo? Añádelos a la lista de traidores, entre comillas.
«Los músicos de este país deberían sentarse y hablar»
Los músicos de este país deberían ir pensando en sentarse y hablar, y ser una fuerza de choque, como lo son los actores. Pero, cuidado, solo pido que no sea politizado, por favor, no quiero aquello de compañeros y camarada, no, dejemos ese lenguaje. Hay que sentarse, con los promotores también, y decir que esto es una industria y que además representa a nuestro país fuera. Aquí hay muchos compañeros de profesión con el culo muy prieto, amigo, que no se atreven a decir ni pío. Eso son los peligrosos. Los que no quieren decir nada. Mientras sigamos así, olvídate de que el IVA baje. Esto se nos puede ir al carajo y nos va a servir solo para que vengan las empresas de telecomunicaciones, que ya han conseguido cargarse la industria con la piratería. Como las editoriales y las compañías de discos caigan en manos de empresas de telefonía, estamos muertos.
Los músicos de ahora, en su mayoría, ya se han hecho a la idea de que nunca van a vivir de la música.
Yo lo que tenía muy claro de joven es que o vivía de la música o me moría. O atracaba bancos. A lo mejor dentro de un tiempo empiezan a pensar como nosotros, si sigue la situación como está. Lo que pasa es que ya no hay bancos para atracar. No hay dinero.
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